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La crisis frena la llegada de inmigrantes a España por la falta de expectativas laborales

  • Es el segundo año consecutivo de descenso desde que comenzó la crisis
  • Ecuatorianos, rumanos y marroquíes, los colectivos que más reducen su llegada
  • España es uno de los países de la OCDE que más ha sufrido la caída

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Un grupo de inmigrantes llega al puerto de Almería tras ser rescatados por Salvamento Marítimo y Guardia Civil el pasado miércoles.
Un grupo de inmigrantes llega al puerto de Almería tras ser rescatados por Salvamento Marítimo y Guardia Civil el pasado miércoles.

La llegada de inmigrantes a nuestro país se redujo en 2009 por segundo año consecutivo y como consecuencia de la crisis. Así se desprende del último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), según el cuál España es uno de los países que más ha sufrido la caída del flujo migratorio.

Nuestro país ya no es tan atractivo y el número de inmigrantes que vinieron en 2009 a territorio español se redujo un 18% comparado con el año anterior: 470.000 frente a los 690.000 de 2008. Los grupos en los que más se ha notado esta bajada han sido los ecuatorianos, seguidos de los rumanos y los marroquíes.

La falta de trabajo debido a la crisis es una de las principales causas por la que cada vez llegan menos inmigrantes a nuestro país, uno de los colectivos más afectados por el paro.

De 1.200.000 puestos de empleo destruidos en España en 2009, 340.000 estaban ocupados por inmigrantes. La situación laboral de estos trabajadores, según el documento, se ha deteriorado de manera "significativa".

Además, los datos nacionales apuntan a una probable reducción de los flujos migratorios en 2010. De esta manera, se confirma el cambio de tendencia, si bien "la demanda de inmigración laboral se recuperará" en el futuro, según ha asegurado el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.

La inmigración cae en el conjunto de la OCDE

España sigue la tendencia de la OCDE, si bien es uno de los países en el que la bajada es más acusada. El informe revela que en el conjunto de países que integran esta organización, la caída en la llegada de inmigrantes ha sido del 7%, equivalente a 4.300.000 personas frente a los 4 millones y medio que entraron en 2008.

La República Checa, Irlanda, Italia y Suiza han sido los países europeos que, junto a España, más han notado el descenso. Japón y Corea del Sur siguen la misma tendencia, con caídas importantes.

Sin embargo, el envejecimiento demográfico de los países desarrollados, así como la globalización ponen de relieve que la llegada de inmigrantes a la OCDE continuará, por lo que el informe anima a desarrollar vías legales de migración.

Incluye recomendaciones y destaca la necesidad de evitar las críticas a la falta de integración de los inmigrantes, "cuando la mayoría está bien integrado".

Un reto

El comisario europeo de Empleo, Laszlo Andor, ha indicado que el alto porcentaje de extranjeros desempleados en nuestro país no ha de ser considerado como un "obstáculo" sino como un "reto".

Los inmigrantes más afectados por la pérdida de empleo han sido los más jóvenes. Por sectores, aquellos que trabajan en el sector de la construcción y en el comercio minorista frente a la educación, la sanidad y los cuidados de larga duración, donde el empleo entre inmigrantes ha crecido.

Andor ha animado así a las autoridades españolas a formar a los trabajadores inmigrantes en paro, a través de un uso correcto de los fondos estructurales, para aumentar sus posibilidades de reincorporarse al mercado laboral.

Lo que sí ha aumentado en los países de la OCDE es el número de personas que llegan para estudiar. El informe destaca que el número de extranjeras que llegan con fines académicos ha alcanzado los 2,3 millones en 2008 y uno de cada cinco procede de China.