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El 'CSI español' cumple 100 años

  • Las huellas dactilares siguen siendo las que más casos ayudan a resolver
  • El pasado año se esclarecieron 11.321 hechos delictivos
  • Recientemente han comenzado a investigar las huellas acústicas

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A hombros de gigantes

Programa de divulgación científica. Es un espacio pegado a la actualidad con los hallazgos más recientes, las últimas noticias publicadas en las principales revistas científicas, y las voces de sus protagonistas. Pero también es un tiempo de radio dedicado a nuestros centros de investigación al trabajo que llevan a cabo y su repercusión en nuestra esperanza y calidad de vida. Los sábados de 01:00 a 02:00 horas

La Policía científica ha cumplido un siglo de vida, y lo está celebrando durante estos días con numerosos actos y exposiciones.

En estos 100 años contra el crimen, la ciencia, la tecnología y la innovación han sido claves, aunque la genética y la informática han sido las disciplinas que han revolucionado las investigaciones policiales.

Sólo el año pasado, las pruebas de ADN han permitido esclarecer más de 3.000 hechos delictivos, entre ellos 245 agresiones sexuales, 233 homicidios, y 26 delitos relacionados con terrorismo.

Menos espectaculares, pero muy efectivas, siguen siendo las huellas dactilares. Y desde hace poco, se analizan las acústicas.

Esta noche nos ha visitado en el estudio el comisario Antonio del Amo, jefe de la Unidad Central de Análisis Científicos, de la Comisaría General de Policía Científica.

Al comisario del Amo no les molesta que les comparen con series de ficción como CSI, todo lo contrario. Asegura que el ADN será la huella dactilar del siglo XXI. Explica cómo son los bancos de muestras y cómo se toman.

El ADN es la materia prima

La base de datos de la policía utiliza como soporte el sistema de almacenamiento CODIS, creado por el FBI.

El genoma de una persona está formado por 3.000 millones de nucleótidos, pero los estudios policiales sólo utilizan 16 marcadores genéticos, que son únicos para cada persona y que, al ser cotejados con los del sospechoso de un delito, arrojan unas probabilidades del 99,99999%.

Las fuentes de ADN en la escena de un crimen son muchas: células epiteliales, cabellos, esperma, saliva, sangre, fluidos corporales, etc. Es muy difícil que un individuo no deje rastro de sí mismo.

Los últimos avances científicos han revelado que es posible estudiar otros marcadores genéticos denominados SNPs (Single Nucleotide Polymorphisms), extraídos del ADN codificante y de los que es factible obtener información sobre el color de los ojos, del pelo, de la piel o del origen étnico del individuo al que pertenece.

El estudio del origen étnico de una muestra biológica ya se ha experimentado, con permiso judicial, en un ADN hasta ahora anónimo relacionado con las investigaciones de la matanza del 11-M. La conclusión es que el dueño de ese ADN es europeo, y no africano como se sospechaba.

Cada perfil genético cuesta del orden de 20 -30 euros. Si lo multiplicamos por los casi 50.000 que llevan a cabo al año, estamos hablando de un presupuesto elevado. Es una técnica muy buena pero que hay que saberla dosificar.

Al servicio de la Ley y la ciencia

La Policía Científica cuenta con más de 2.000 agentes en la actualidad, lo que permite que más de un 90% de las escenas del crimen puedan ser objeto de una inspección ocultar técnico policial. Durante 2010 se llevaron a cabo 118.780 inspecciones.

Los laboratorios biológicos de la Comisaría General de Policía Científica reciben una media de 2.400 asuntos al mes, cada uno de los cuales, puede englobar varias muestras biológicas, -como sangre, saliva, semen o cabellos-, para ser analizadas. El laboratorio central es capaz de extraer 70 perfiles genéticos a la hora.

Tienen laboratorios en toda España. El último en ser inaugurado ha sido el de Granada, que se une a los de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y A Coruña.

Todos ellos están dotados de las más modernas tecnologías, lo que ha supuesto una inversión, durante los últimos seis años, superior a los 41 millones de euros, incluido el nuevo edificio de la Comisaría General de Policía Científica, que se ha convertido en uno de los más modernos y avanzados de Europa.