Europa da a conocer la resistencia de su sistema bancario en plena crisis de deuda soberana
- Los nuevos test de estrés, más duros que en 2010 para evitar el fiasco
- Para que una entidad apruebe se le exigirá un 5% de capital básico
- Los resultados se basan en los datos de la banca a 31 de diciembre de 2010
La Agencia Bancaria Europea (EBA) publica este viernes los test de estrés, las pruebas de resistencia a las que ha sometido al sistema bancario, en medio de unas turbulencias en los mercados que están afectando a las Bolsas del Viejo Continente y, sobre todo, que están ahondando en la crisis de deuda soberana en varios países periféricos de la zona euro: Grecia, Irlanda, Portugal, España e Italia, que ven cómo día a día sube su prima de riesgo hasta niveles nunca vistos desde la creación de la moneda única.
Las deudas de los países intervenidos de la zona euro (Irlanda, Portugal y Grecia) son consideradas 'bonos basura' por las agencias de calificación de riesgos, que durante los últimos meses también han rebajado las notas de países como España, que ya amenazan a Estados Unidos, y que tampoco se han olvidado de bajar el rating de decenas de entidades bancarias.
En este contexto, la EBA hace públicos los resultados de unas pruebas de resistencia mucho más exigentes que las de hace un año. La agencia no quiere que se repita el fracaso de entonces, cuando fueron incapaces de detectar los problemas de algunas entidades. Basta como ejemplo los bancos irlandeses. Tanto el Allied Irish Banks (AIB) como el Bank of Ireland (BoI) pasaron los test. Seis meses después el AIB, el más importante del país, fue nacionalizado por completo; e Irlanda tuvo que ser rescatada por el FMI y la UE.
Unas pruebas más exigentes
Por eso el organismo ha hecho unos exámenes más duros. Para cada país establece un escenario macroeconómico específico que, en el caso de España, supone una vuelta a la recesión (-1% en 2011 y -1,1% en 2012), un aumento del paro hasta el 22,4%, un hundimiento de la Bolsa y una rebaja en los precios de la vivienda de más de un 12% en 2011. No habrá aprobado si no se llega al 5% de Tier 1, que ha sido redefinido.
Este core capital (la proporción de los fondos de los que una entidad puede disponer libremente respecto a los activos ponderados por riesgo) incorpora las ayudas públicas en vigor -como las del FROB-, pero no incluye las provisiones genéricas en el capital principal, instrumentos financieros híbridos como las "participaciones silenciosas", las desinversiones o las emisiones en convertibles (provisiones dinámicas del capital), último punto este que afecta de lleno al sistema bancario español.
La peculiaridad del sistema español
Las provisiones dinámicas del capital fueron creadas por mandato del Banco de España para hacer frente a posibles impagos de créditos, a la morosidad. Que no se tengan en cuenta para estos test de estrés ha levantado las críticas del sector financiero y ha causado la perplejidad del Gobierno, que ya no tiene tan claro que todas las entidades bancarias vayan a aprobar, tal y como aseguró Elena Salgado, vicepresidenta económica, en abril.
De hecho, esta semana la ministra de Economía ha reconocido que puede haber suspensos.
Además, hay que tener en cuenta que las pruebas son un examen, una radiografía de la situación con datos a 31 de diciembre de 2010 y que el sistema financiero español se encuentra en estos momentos en plena reestructuración y recapitalización. Por una parte, el cuadro de fusiones de las cajas de ahorro aún no está completo porque no se sabe qué ocurrirá con la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM).
El resto de entidades (bancos y cajas) se afanan, si no lo han hecho ya, en cumplir los nuevos requisitos que les impuso el Gobierno el pasado mes de febrero: un nivel mínimo de capital básico del 10% para las que no coticen y un 8% para las que estén en Bolsa. Lo tienen que hacer antes de que acabe el mes de septiembre, si bien el Gobierno ha flexibilizado el plazo para las cajas que salgan al parqué hasta marzo de 2012.
Qué pasará después de los test
Los que suspendan, tendrán dos opciones: o se recapitalizan ellos mismos o serán recapitalizados y reestructurados por parte de sus respectivos Gobiernos. En cualquier caso, la Unión Europea ya se ha comprometido a apoyar a todos los que no pasen el corte con ayudas privadas o, incluso, públicas.
"Unas pruebas de esfuerzo rigurosas, seguidas de una actuación ágil cuando sea necesario, serán un elemento esencial de nuestra respuesta global (a la crisis) y contribuirán a contener las actuales turbulencias que vemos en los mercados financieros", decía esta semana el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn.
De sus palabras se deduce que los Veintisiete están seguros de que esta vez sí, de que estas pruebas de resistencia van a ser un bálsamo que calme los nervios que dominan los mercados.