Cameron se enfrenta al Parlamento y admite que "de haberlo sabido" no habría contratado a Coulson
- "Uno vive y aprende y, creedme, he aprendido", ha asegurado
- Asegura no haber estado implicado en las conversaciones sobre BSkyB
- Su comparecencia, tras las de los Murdoch y Rebekah Brooks
"Como una vez dijo alguien: Yo estoy disfruntado con esto". Son las palabras del primer ministro británico, David Cameron, cuando llevaba más de dos horas de comparecencia ante el Parlamento británico con motivo del escándalo de las escuchas.
La frase, de Margaret Tatcher según informa el diario The Guardian, describe a la perfección el estado de ánimo de Cameron que, lejos de dejarse abrumar por los constantes abucheos y desafiantes preguntas de los diputados, se ha mantenido firme y constante en sus argumentos que se pueden resumir en tres claves: asume toda la responsabilidad sobre la contratación de su exjefe de prensa, Andy Coulson, él no ha interferido en las negociaciones sobre la compa de BSkyB y considera que todos los gobiernos han sido "demasiado blandos" con el imperio Murdoch.
Responsabilidades cruzadas
El argumento de Cameron no ha sido muy diferente al que ha manifestado hasta ahora, ya había comunicado que él era el "único reponsable" de haber contratado a su exjefe de prensa, Andy Coulson. Pero esta vez ha introducido un matiz: aunque ha pedido que se mantenga la presunción de inocencia ha admitido que "de haberlo sabido" ahora no le hubiera contratado.
"Con la perspectiva actual, tal vez no le hubiera ofrecido el empleo y hubiera esperado que él no lo aceptara. Pero las decisiones no se toman así, se toman en el momento presente. Uno vive y aprende y, creedme, he aprendido", se ha justificado el primer ministro británico ante el Parlamento.
Por otro lado, y siempre respetando la presunción de inocencia, Cameron ha asegurado que de demostrarse la culpabilidad de Coulson no durará en pedir perdón: "Tengo una forma un poco anticuada de ver la inocencia hasta que se demuestra la culpabilidad, pero si resulta que se me ha mentido, ese será un momento de profunda disculpa y en ese caso os aseguro que no me quedaré corto".
Además de al de Coulson, Cameron ha tenido que hacer frente a otro nombre "incómodo": el de Neil Wallis, exsubdirector de News of the World, y que mantuvo varios encuentros con Coulson aunque, según el primer ministro británico, "Ni se le ha pagado, ni se le ha contratado".
Todos los argumentos han ido en la misma línea: la de desvincular al Coulson de News of the Wolrd con el que, más tarde, fue jefe de prensa. Cameron ha insistido hasta la saciedad que, tras una investigación previa (a cargo de quien no ha querido declararar) y y tras tener la certeza del propio Coulson, decidió contratrarle sin estar previo aviso de su implicación en las escuchas.
Ha sido ese momento en el que se ha vivido un momento de tensión ya que el diputado laborista Tom Watson, que desde el principio ha querido destapar el escándalo, ha asegurado que le envió una carta previniéndole.
Conversaciones con Murdoch
Las otras preguntas que han salido en reiteradas ocasiones han estado casi siempre centradas en lo mimso: la implicación de Cameron en las conversaciones sobre BSkyB y en las reuniones con miembro del grupo Murdoch.
En este campo, de nuevo, la desvinculación: "Pedí expresamente que me mantuvieran al margen de toda negociación sobre BskyB. No sabía nada sobre las ofertas y mucho menos tomé alguna clase de decisión o mantuve algún tipo de conversación al respecto".
Esta respuesta no les ha servido a los presentes que una y otra vez le han preguntado sobre sus encuentros con Murdoch y Rebekah Brooks y cómo es posible que en ellos no trataran ese asunto.
Llegados a ese punto, el primer ministro británico ha optado por una postura de ataque tipo: "yo sí pero tú también", alegando que, aunque esos encuentros habían existido, en anteriores gobiernos también. Esto, en su opinión, es un error que debe acabar para terimar con el triple eje "medios-política-policía" y así lograr recuperar la confianza de los ciudadanos.
"Mi oficina ha publicado todo el intercambio de correos electrónicos entre mi jefe de gabinete y el exsubcomisario de Scotland Yard, John Yates y esto demuestra que mi personal se comportó de forma completamente adecuada. Me gustaría saber si gobiernos anteriores pueden decir lo mismo. Los encuentros han existido, sí, pero les recuerdo que esto no es un problema nuevo, es algo que viene de lejos", ha sentenciado.