El 'tartazo' pudo ayudar en la puesta en escena de Murdoch durante su comparecencia
- Sorprende que la esposa del empresario se encontrara tan cerca
- Expertos destacan la cuidada estrategia del magnate y su hijo
- El lenguaje gestual y el acento, claves en la comparecencia
Para salir airoso de su comparecencia en el Parlamento británico, Rupert Murdoch y su hijo James no solo prepararon una defensa legal, expuesta con cuidado lenguaje. También entrenaron su puesta en escena.
Cuando se les preguntó cómo habían preparado la audiencia, respondieron que se les había dicho que dijeran la verdad y fueran "tan abiertos y transparentes como fuera posible". Sin embargo, el periódico británico The Guardian destaca que confiaron, igualmente, en una fuerte estrategia de relaciones públicas, cuyo objetivo era transmitir la idea de que el magnate de los medios y su vástago se estaban disculpando humildemente.
Por ejemplo, Murdoch interrumpió a su hijo, tomándole suavemente del brazo, para pronunciar la frase que ha copado los titulares en la prensa mundial: "Hoy es el día de mi vida en que me siento más humilde".
El intento de 'tartazo' del que fue víctima el magnate en los pasillos del Parlamento casa también con esta imagen de hombre humillado que Murdoch intenta transmitir. Tanto es así que ha despertado algunas sospechas entre los expertos en comunicación política.
Un 'tartazo' conveniente
Joan Botella, catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Barcelona, muestra su extrañeza por que Jonnie Marbles, el joven detenido por la agresión, pudiera entrar en el Parlamento británico a pesar de la seguridad.
“"No sería imposible que el señor del 'tartazo' fuera un amigo de Murdoch"“
"No sería imposible que el señor del 'tartazo' fuera un amigo de Murdoch. Este incidente le permitió quedar como una persona ofendida y humillada en público", explica Botella. "La otra cosa que destaca es la presencia de su esposa detrás, con traje rosa, que tuvo un protagonismo destacado al evitar que la agresión fuera a más. Murdoch aparece como una persona atacada que forma parte de una empresa familiar", añade.
"El incidente ha permitido que los periódicos que simpatizan con el empresario le representen como un pobre hombre", subraya Botella.
Sin ir tan lejos, Antoni Gutiérrez, asesor de comunicación, se muestra sorprendido por lo ocurrido. "Murdoch es un especialista en el tratamiento informativo sensacionalista. El 'tartazo' puede contribuir y ayuda a generar una dosis de notoriedad sobre la comparecencia".
"Me sorprende la reacción rápida y contundente del hijo (James) acusando a los servicios de seguridad del Parlamento, y que la esposa tuviera la oportunidad de actuar y dar un guantazo al activista", explica Gutiérrez.
Lenguaje gestual y acento inglés
Otro de los aspectos que los expertos destacan es la transformación del aspecto exterior y aun de la forma de hablar de Rupert Murdoch, uno de los hombres más poderosos del mundo de la comunicación.
"Lo más llamativo fue la actitud corporal de Murdoch", señala Antoni Gutiérrez. "Es un hombre mayor, pero que tiene habitualmente una sonrisa muy confiada y desafiante casi, una actitud facial que demuestra poder, autoestima, seducción, confianza... y ese rostro tan característico fue sustituido este martes por un rostro de tristeza, desconcierto, rubor. Eso hizo creíble, al menos visualmente, la afirmación de que él no sabía nada, de que se siente engañado y de que todo esto es una cura de humildad".
Joan Botella subraya que el magnate es de origen australiano y el acento típico de este país "causa un poco de risa en Inglaterra. Por eso hizo un esfuerzo por disimularlo: hablaba con monosílabos y hacía largas pausas, intervenciones cortas para no parecer exótico, para decir 'yo soy de aquí, soy uno de ustedes', y no ser visto como alguien que rompe las formas del establishment britanico".
Negación de responsabilidad
Todo este despliegue de técnicas de comunicación estuvieron al servicio del interés último de los Murdoch, como destaca The Guardian: alejarse de cualquier posible acusación de responsabilidad criminal.
"El argumento jurídico es obvio: 'no se nada, solo soy el empresario de una gran estructura, y traspaso culpas a los responsables del News of the World", subraya el catedrático de la UAB. Botella advierte también que "no sabemos qué presiones pueden haber recibido los propios miembros de la comisión".
Por su parte, Gutiérrez cree que "la puesta en escena ilustra extraordinariamente bien la línea jurídica de defensa, han preparado las dos a la vez, de forma conjunta". "Se juegan muchísimo y no era una comparecencia cualquiera, tienen que ver dónde ponen el dique de contención", concluye.