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El Eurogrupo descarta la tasa bancaria y se inclina por aplazar los bonos griegos

  • Con el canje se aplazaría 30 años la deuda griega y bajarían los intereses
  • La participación privada en el segundo rescate se cifra en 30.000 millones

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Los 17 jefes de Estado y de gobierno de los países del euro buscan un acuerdo para el segundo rescate de Grecia

Los líderes de la eurozona han descartado la creación de una tasa bancaria para financiar el segundo rescate de Grecia y se inclinan por forzar la participación de la banca mediante un plan de canje de bonos para aplazar 30 años el pago de la deuda y reducir los intereses, del 4,2% actual, al 3,5%.

El plan es el resultado del acuerdo alcanzado la madrugada del jueves por la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y está siendo discutido por los representantes de los líderes europeos, por lo que todavía puede sufrir modificaciones.

La incógnita es saber si el Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, cede a la presión y acepta este compromiso. Trichet se opone a cualquier solución que suponga un impago parcial por considerar que provocará un efecto contagio al resto de países de la eurozona y ha amenazado con no aceptar en ese caso los bonos griegos como garantía para inyectar liquidez, lo que provocaría la quiebra de los bancos helenos.

Francia y España apoyaban las tesis del BCE, pero Sarkozy parece que ha cambiado de bando y se alinea con Alemania.

Según la última propuesta de compromiso, el segundo rescate de Grecia incluirá nuevos préstamos de la UE y del Fondo Monetario Internacional (FMI) de alrededor de 70.000 millones, aunque la cifra definitiva todavía no se ha fijado.

A ello se sumará la participación del sector privado -no sólo bancos, sino también aseguradoras y fondos de pensiones- que la UE aspira a que sea de al menos 30.000 millones. Las entidades canjearían los bonos que vencen a corto plazo por otros a 30 años y con tipos de interés más bajos.

Los países de la eurozona ya se han comprometido a reducir los tipos y alargar los plazos, probablemente también a 30 años, de sus propios préstamos a Grecia.

Confianza en el acuerdo

En declaraciones a la entrada de la cumbre, la canciller alemana ha confiado en el acuerdo para frenar el riesgo de contagio a Italia y España. "Confío en que podamos cerrar un segundo programa para Grecia: será una señal importante", ha afirmado.

Cerrar el rescate será una señal importante

Merkel ha calificado de "útil" y "constructivo" el encuentro en Berlín con Sarkozy. Berlín y París han trabajado "en colaboración estrecha" con el presidente del Consejo de la UE, Herman Van Rompuy, y "escuchado los argumentos" del presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, ha dicho la canciller.

"Estoy seguro de que vamos a encontrar una solución, una buena solución, para Grecia y para todos los miembros de la Eurozona", ha declarado por su parte el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.

Un jarro de agua fría

El primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, no ha excluido este jueves el impago parcial de la deuda de Grecia como parte del segundo rescate, aunque ha dicho que la UE hará todo lo posible para evitarlo.

Juncker ha confirmado que se ha abandonado el plan de crear una tasa a los bancos para financiar parte del segundo plan de ayuda a Grecia. "No creo que haya acuerdo sobre ese tema", ha destacado.

La idea estaba patrocinada por Francia pero no contaba con el visto bueno de Alemania ni de la banca. Se trataba de que el segundo rescate griego incluyera una tasa bancaria del 0,0025% de los activos de todas las entidades de la eurozona, con la que se pretendía recaudar 50.000 millones en 5 años. Los ingresos se dedicarían a financiar la recompra del 20% de deuda griega con descuento.