OS X Lion: Apple comienza a combinar los sistemas operativos de sobremesa y móviles
- En muchos aspectos, el sistema de los Mac ahora parece el de los iPhones
- Las mejoras técnicas son un cambio importante para romper con el pasado
- Visualmente la apuesta es arriesgada, se cambian muchos detalles de la interfaz
Hay muchas diferencias fundamentales entre los sistemas operativos 'de sobremesa' que usamos en los ordenadores convencionales con las versiones especialmente diseñadas para teléfonos inteligentes, videoconsolas, aparatos electrónicos y otros dispositivos.
Cada una tiene su sentido desde el punto de vista técnico, aunque para los usuarios esto suele pasar desapercibido.
En el caso del nuevo OS X Lion de Apple, la compañía ha introducido centenares de cambios en su sistema de sobremesa creando una especie de híbrido que allana el terreno hacia la convergencia entre las interfaces de los móviles y los sistemas de ventanas tradicionales.
Si ha arriesgado demasiado o si está abriendo el camino a que otros hagan lo mismo sólo el tiempo y el uso por parte de la gente lo dirá.
Arriesgados cambios de aspecto
Algunos de los primeros detalles que saltan a la vista tras la instalación del nuevo sistema –que se realiza completamente online en aproximadamente una hora, aparte del tiempo de descarga que supone el paquete de 4 gigabytes– son los cambios de interfaz a nivel general.
El nuevo sistema invierte el funcionamiento de la rueda del ratón, haciendo que se comporte como la función de 'arrastrar con los dedos' en los dispositivos táctiles.
También tiende a prescindir de las barras de desplazamiento (scroll) ganando así algo de espacio en pantalla, pero ocultando a veces información importante.
Muchas de las utilidades y aplicaciones incluyen también un modo pantalla completa que recuerda mucho a cómo funcionan las aplicaciones en iOS y en los dispositivos móviles en general.
Para evitar traumas innecesarios, todos estos cambios pueden revertirse fácilmente con solo visitar las preferencias, y probablemente muchos usuarios acostumbrados al sistema tradicional así lo hagan: el cambio se antoja en algunos detalles demasiado brusco.
“Algunos aspectos están pensados para sacar partido a los dispositivos táctiles“
En buena parte, estas nuevas ideas promueven sacar mayor partido de los dispositivos táctiles de Apple, como el Magic Trackpad y el Magic Mouse, que si bien son buenas ideas y añaden algo de comodidad y velocidad al manejo del equipo son un añadido físico al equipo de unos 70 euros por periférico.
La idea genial: un modo en el que para cada dispositivo puede usarse una forma de manejo (arrastrar para el Trackpad, rueda tradicional para el ratón, etcétera) para quienes se pasan todo el día usando aplicaciones diversas.
El aspecto más llamativo en cuanto al cambio es el llamado Launchpad, una especie de lanzadera de aplicaciones muy del estilo Apple que imita completamente el funcionamiento del iOS que tanta gente conoce gracias a los iPhone, iPod y iPad.
Aquí los iconos pasan a ser los de las aplicaciones y utilidades pero su funcionalidad es básicamente la misma.
También se pueden recolocar los iconos al 'estilo iPhone' y una zona llamada Mission Control permite organizar los espacios visuales para tener múltiples aplicaciones funcionando con sus ventanas abiertas en distintas 'zonas' sin estorbarse unas a otras.
Añadamos a esto el iTunes con su tienda y la App Store con aplicaciones y a veces se podría decir que un Mac es un iPhone grande y con teclado.
Estos son los detalles más llamativos para el usuario promedio, que seguramente poco apreciará más allá de estos cambios aparentemente cosméticos, incluyendo detalles en aplicaciones como Safari, Mail y otras.
Pero en realidad Apple busca algo más: la convergencia entre las plataformas móviles y del escritorio. Es una ampliación de la 'experiencia Apple' a usuarios que tal vez solo han manejado teléfonos o iPads de la compañía, pero que pueden ser buenos candidatos a comprarse un equipo completo.
No en vano hace poco se anunció que gran parte de los ingresos de Apple provienen ya de ventas que no son de ordenadores.
Aplicaciones mejoradas
Cada revisión de sistema de Apple suele venir acompañada de un retoque también de las aplicaciones y utilidades que se instalan como parte del paquete; en este caso las más beneficiadas han sido el programa de correo Mail y el navegador Safari.
Por un lado Mail gana en espacio en pantalla proporcionando una forma de visualizar los correos en tres paneles: buzones, lista de mensajes y contenido.
Aparte de eso mejora la visualización de los correos encadenados con muchas citas, se pueden seguir como antes los hilos de conversaciones y en general se puede manejar muy cómodamente solo con el teclado: quienes tengan que estar todo el día revisando y respondiendo correos lo encontrarán como una buena opción frente a otros programas alternativos.
En Safari por otro lado se han mejorado un montón de cuestiones técnicas que pasarán desapercibidas para el usuario (motor WebKit2, MathML, CSS3, cuestiones de seguridad, etcétera) pero que adaptan el navegador a la web actual; también se han rediseñado la ventana de descargas.
Es un navegador mejor, aunque poco se nota visto desde fuera.
Otra mejora muy inteligente ha sido la de las utilidades 'Acerca de este Mac', que ahora muestran gráficamente el estado del equipo, una identificación fácil de entender para distinguir cada modelo y una guía detallada sobre la memoria RAM instalada y sus características – así como enlaces a la web oficial sobre cómo ampliarla, algo que antes era una misión innecesariamente complicada.
Tal vez la mejora más destacable de tipo general respecto al manejo de aplicaciones es el 'guardado automático' de documentos: ya no hace falta guardar de vez en cuando ni preocuparse por si se cuelga una aplicación o falla la electricidad: las aplicaciones principales, tanto de Apple como de otros desarrolladores, pueden 'ir guardando' cada cambio a medida que se hace.
En los iPad más o menos ya funciona así. Esto permite dos cosas: por un lado, recuperar la aplicación y los documentos exactamente en el punto que estaban en caso de problemas y por otro poder acceder a una especie de 'máquina del tiempo' estilo las copias de seguridad de Time Machine que permite recuperar versiones guardadas días atrás.
Detalles técnicos
Entre los detalles más técnicos hay un montón de sorpresas que comienzan por la propia instalación: OS X Lion sólo está disponible mediante descarga tras comprarlo en la App Store (aunque se ha anunciado para agosto una versión física en pendrive).
Requiere tener previamente OS X Leopard y realizar la descarga de unos 4 GB en total, lo cual puede llevar un buen rato en un ADSL convencional. Apple ha eliminado todos los formularios de registro obligatorios y DRM del paquete de instalación; la licencia oficial permite instalar un sistema por equipo, aunque también admite otras dos copias en 'máquinas virtuales'.
En Applesfera publicaron un detallado procedimiento para crear una versión física en DVD o pendrive una vez comprado el sistema: puede resultar más cómoda para guardar, especialmente en caso de tener que restaurar un ordenador desde cero – sobre todo si hay algún problema de conexión importante.
OS X Lion ya solo funciona en máquinas Intel, de Core Duo 2 para arriba, lo cual supone más o menos que los equipos Apple de más de unos cuatro años de antigüedad tendrán que mantenerse con versiones antiguas del sistema.
“El OS X Lion solo esta disponible mediante descarga“
Bastan unos 5 GB de disco libres en disco para instalarlo, aunque mejor ir sobrado; lo mismo con la RAM: aunque hemos comprobado que con 2 y 4 GB de RAM funciona perfectamente, las máquinas con 4 GB van mucho más rápidas y ligeras que las que andan limitadas de memoria.
Debido a los cambios internos, las viejas aplicaciones PowerPC tampoco funcionan ya en OS X Lion. Quien más quien menos puede tener una aplicación, utilidad o controlador de algún dispositivo un tanto 'retro' que todavía utilice por cariño o necesidad; tal vez haya llegado su hora y haya que replantearse su uso.
Las aplicaciones 'muertas' muestran un icono que las inutiliza, de modo que si alguna de ellas es vital para el trabajo, mejor comprobar que todo funciona en otro equipo antes de hacer el cambio.
Según el popular blog The Next Web más del 60 por ciento de los usuarios que han instalado OS X Lion están bastante contentos o muy contentos con el cambio; un 15 por ciento está simplemente satisfecho y por el lado negativo casi un 20 por ciento ha quedado un tanto decepcionado o 'esperaba más del cambio'.
De momento se sabe que Apple vendió un millón de copias en las primeras 24 horas, todo un récord para la compañía, aunque todavía muy lejos de las cifras de Windows 7.
Habrá que esperar a las próximas semanas y meses a ver qué tal se consolida OS X Lion entre los usuarios y si esas cifras pueden hacer algún tipo de mella a la predominancia de Microsoft – desde luego no a corto plazo, pero con el futuro de la informática, nunca se sabe.