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El MOMA se convierte en museo de la tecnología

  • La exposición "Háblame" muestra 200 diseños tecnológicos
  • Pretende analizar la comunicación entre objetos y personas

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'El Sajjadah' (2005), la alfombra de oración que se ilumina cuando está correctamente orientada a La Meca, de Soner Ozenc. Uno de los objetos de "Talk to me".
'El Sajjadah' (2005), la alfombra de oración que se ilumina cuando está correctamente orientada a La Meca, de Soner Ozenc. Uno de los objetos de "Talk to me".

Un cubo de Rubik en braille, un dispostivo que permite pintar con los ojos, auriculares que permite escuchar lo que dicen los árboles, un cinturón que simula la menstruación femenina, pequeños robots y videojuegos compartirán espacio con obras maestras de la pintura contemporánea como Las señoritas de Avignon, de Picasso, La noche estrellada de Van Gogh o las Latas de Sopa Campbell de Warhol en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA), que se convierte del 24 de julio al 7 de noviembre en una suerte de museo de la tecnología.

Todos estos artefactos y otros 200 más forman parte de la exposición "Talk to me: Design and the Comunication between People and Objects" (Háblame: Diseño y comunicación entre personas y objetos), que pretende analizar los nuevos territorios del diseño encaminados a acercar la tecnología a la gente y la comunicación entre objetos y personas.

La exposición, organizada por Paola Antonelli y Kate Carmody, del Departamento de Arquitectura y Diseño del museo neoyorquino, muestra las últimas tendencias del diseño, que ha pasado de realizar objetos que antes solo debían ser elegantes y funcionales a la necesidad de que tengan personalidad y capacidad de comunicación, gracias a la tecnología digital.

El santuario del arte moderno se centra en esta muestra en objetos que interactúan directamente con el usuario y divide la exposición en seis secciones en función de quién o qué se comunica, los objetos con las personas, con la ciudad e incluso con la vida.

Desde máquinas expendedoras de tickets a iPhones

En "Háblame" podemos encontrar el Talking Carl, diseñado por Yann Le Corollers en 2010, una aplicación de iPhone e iPad que consiste en una mascota en forma de caja que responde al sonido y al tacto, que tiene cosquillas y se pone nervioso y repite lo que dicen los visitantes del museo con voz chillona; o una máquina expendedora de billetes del Metro de Nueva York (1999), seleccionada por su interfaz que dirige al cliente en el proceso de comprar del billete y que expenderá tarjetas de metro especiales Talk to Me.

Otros objetos interactivos que localizaremos en el MOMA son los Tweenbots (2009) de Kacie Kinzer, unos pequeños robots que deambularán por el museo portando banderas y que pedirán a los visitantes que los sigan a un punto determinado; o el dispositivo BakerTweet (2009), diseñado por la firma Poke y que se instalará en la cafetería del museo y servirá para que su personal anuncie por Twitter (@MoMABakerTweet) cuando salga algo delicioso del horno o el menú del día.

El Mr. Smilit (2003), de Michiko Nitta, es un juguete que reacciona al ruido del llanto de un niño poniéndose a llorar él mismo, con lo que el niño parará de llorar para cuidar a la muñeca, mientras que la Varita Wifi (2007), de Mike Thompson, funciona a modo de vara de zahorí pero detectando la fuerza de las señales inalámbricas invisibles a nuestro alrededor.

Diseños para ayudar

La exposición también enseña dispositivos que ayudan a personas discapacitadas, como el EyeWriter (2009), creado por Zach Lieberman, una interfaz que permite a un artista del graffiti que quedó paralítico dibujar edificios con sus ojos mediante un control láser, un ejemplo de avance para la sociedad. Para personas invidentes creó Konstantin Datz el Cubo Rubik para Ciegos (2010), con las caras en braille, mientras que el Touch Hear (Tocar Oír, 2008) consiste en un implante en un dedo para seguir palabras en un libro y un implante en la oreja por el que el usuario puede oír la información asociada.

Otros objetos de utlidad más dudosa son la Máquina de Menstruación (2010), de Sputniko!, que permite experimentar lo que siente una mujer cuando tiene la menstruación a través de un cinturón metálico equipado con un sistema de distribución de sangre y electrodos que estimulan la parte inferior del abdomen y reproducen los dolores y el sangrado de la menstruación durante cinco días.

Para personas con pocas dotes sociales puede usarse la Prótesis Comunicativa (2009), de Sascha Nordmeyer, que consiste simplemente en una boca sonriente de plástico que se coloca sobre la cara.

Otros objetos curiosos que permiten "comunicarnos" con Dios tecnológicamente son El Sajjadah (2005), de Soner Ozenc, una alfombra de oración musulmana que se ilumina cuando está correctamente orientada hacia La Meca; y El Compañero de Oración (2010), creado por la Goldsmiths University de Londres, un dispositivo que informa a las monjas de un convento de clausura del norte de Inglaterra de los problemas del mundo susceptibles de beneficiarse de sus oraciones.

En la exposición también podrán verse las Instalaciones de Escucha de los Árboles (2008-09), de Alex Metcalf, un dispositivo de escucha enganchado a los troncos de los árboles y que lleva conectados auriculares que permiten oír lo que ocurre dentro de los árboles, como el sonido del agua que atraviesa sus células o el estruendo de las ramas agitadas por el viento, y que está instalado en algunos parques ingleses.

El MOMA ofrece todo un mundo por descubrir al visitante que se sumerja en "Talk to me", aunque algunos de los objetos que se exhiben parezcan sacados de los premios anti-Nobel y hagan plantearse si merecen estar pared con pared con Picasso, Warhol o Matisse.