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La isla de Utoya, del paraíso al infierno en una hora de disparos

  • La matanza en la isla noruega de Utoya deja un balance de 86 muertos
  • "Estaba tranquilo, nunca corrió, sólo seguía disparándole a la gente"

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El autor del atentado en la isla de Utoya disparó contra los jóvenes durante 90 minutos

El presunto autor de los atentados de Noruega, Anders Behring, disparó durante casi una hora contra los 560 jóvenes de entre 14 y 17 años que participaban en el campamento de las juventudes socialdemócratas (UAF) en la isla de Utoya, donde ha causado al menos 86 muertos.

El escenario, que era un "paraíso" según el primer ministro, Jens Stoltenberg, se convirtió en un infierno. Aunque no hay datos oficiales, el tiroteo se prolongo durante 45 minutos, según la agencia Efe.

"Vi a un policía que bajaba de la colina y de repente empezó a  dispararle a la gente, uno a uno", relata Adrian Pracon, uno de los testigos de la  masacre en la isla noruega.

Allí irrumpió armado con dos semiautomáticas el viernes sobre las 15.30 GMT (17:30 hora peninsular española) el presunto agresor,  al que los medios de comunicación han identificado como Anders Behring Breivik,  un noruego de 32 años cercano a la ultraderecha. orno a 45 minutos.

Nos dijo a gritos que todos moriríamos

"Al hombre armado se le veía muy seguro, tranquilo y bajo control. Parecía que sabía lo que estaba haciendo. Nos dijo a gritos que todos moriríamos. Todos empezamos a correr hacia el agua, la gente ya se había desvestido y empezaba a nadar. Yo creía que no me daba tiempo suficiente para sacarme la ropa, así que empecé a nadar en la lluvia, con la ropa y mis botas grandes", ha agregado el joven.

Corrían buscando refugio

Pracon contó a la cadena BBC detalles del momento en el que el hombre  entró en el campamento juvenil en Utoya, y vómo  la gente empezó a  correr en busca de cualquier refugio cuando empezó el tiroteo.

El testigo ha relatado que estaba trabajando en la cabina de información  del campo cuando recibió una llamada por radio para avisarle del  atentado en Oslo y de que un policía acudiría al campamento para verles,  pero poco después escuchó tiros.

Dos personas  empezaron a hablarle y dos segundos después estaban muertas

"La gente caía muerta delante mío. Corrí por el campamento hacia el  área de las tiendas de campaña. Vi al hombre armado. Dos personas  empezaron a hablarle y dos segundos después estaban muertas. Él llevaba  un uniforme negro con bordes rojos. Parecía nazi, con el uniforme que  parecía de Policía", ha dicho Pracon.

Volvió una hora después y siguió disparando

Según el mismo testigo, el atacante le gritaba a la gente que estaba nadando y en un momento le miró a él, pero no disparó. Pracon cuenta que las personas que se habían salvado de los primeros disparos se escondieron entre los árboles y las rocas, pero el hombre volvió una hora después y empezó a disparar nuevamente.

Los disparos empezaron otra vez y la gente se me caía encima

"Los disparos empezaron otra vez y la gente se me caía encima, sobre las piernas, y caía al agua, ahí es cuando la gente moría. Yo me tenía que proteger detrás de ellos, rezando de que no me viera. En medio del tiroteo una bala me alcanzó la espalda", ha añadido.

"Después estaba más cerca, podía sentirle la respiración, podía sentir sus botas", relata Pracon, que dijo haberse salvado por no haberse movido de donde estaba. "Ahora estoy en el hospital. Lo peor no es el dolor físico, es pensar en cuantos amigos han muerto", concluye Pracon.

Otro testigo, Stine Renate Haheim, miembro del Parlamento noruego que estaba también el campamento, ha dicho a la emisora BBC que los jóvenes empezaron a reunirse en pequeños grupos para hablar del atentado en Oslo cuando escucharon que alguien decía que venía la policía, por lo que pensó que ellos estarían bien.

"Después vi a un policía que bajaba de la colina y de repente empezó a dispararle a la gente, uno a uno. Empezamos a correr y saltar al mar", afirmó Haheim, quien admitió que lo más aterrador fue ver que el hombre llevaba un uniforme policial. "Estaba tranquilo, nunca corrió, sólo seguía disparándole a la gente, nunca le escuché hablar", matiza.

Buscan un posible cómplice

La policía parte de la hipótesis de que Breivik actuó en solitario, aunque no descarta que tuviera cómplices, y que fue asimismo responsable de la explosión de un coche bomba ocurrida dos horas antes en el centro de Oslo, que causó siete muertes. En la isla ha causado 86 muertos, aunque la cifra puede aumentar.

Se sospecha que, tras activar ese artefacto, se desplazó a la idílica isla con uniforme policial y armado con armas semiautomáticas.

Lo que ocurrió a partir de ahí fue una matanza al parecer minuciosamente preparada, que se prolongó unos 45 minutos, entre escenas de pánico, jóvenes tratando de huir a nado o de alcanzar botes neumáticos en las aguas del fiordo.

El presunto agresor había comprado desde la primavera pasada hasta seis toneladas de abono químico, como explicó a medios noruegos la portavoz de un mayorista de estos productos, con los que podría haber preparado la bomba de la capital. No levantó sospechas, añadió esa fuentes, puesto que constaba como distribuidor de productos agrícolas.

A este noruego, detenido en la misma isla y actualmente interrogado por los agentes, la policía le atribuye contactos con la ultraderecha y un perfil fundamentalista cristiano con trasfondo islamófobo.

Tenía "opiniones hostiles al islam", como reveló un registro en su casa, donde la policía encontró varios mensajes colgados en internet con contenidos ultraderechistas y antimusulmanes.