La mayoría de las víctimas del doble atentado de Noruega tenía entre 14 y 19 años
- La policía ya ha dado a conocer los nombres de 21 fallecidos
- Breivik se entregó a la policía desarmado y con las manos en alto
La mayoría de las víctimas identificadas oficialmente del doble atentado de Noruega tenía entre 14 y 19 años, según la lista con los primeros 21 nombres dados a conocer por la policía, del total de 76 personas fallecidas en los ataques.
Hasta ahora, la víctima más joven es una muchacha de 14 años, muerta en el ataque del campamento juvenil de la isla de Utoya, mientras que los mayores son una mujer de 43 años y un hombre de 51, quienes se encontraban también entre los asistentes a ese encuentro anual de las juventudes socialdemócratas.
La policía difundió este martes los cuatro primeros nombres, de los cuales tres correspondían a las víctimas del atentado con coche bomba en el complejo gubernamental de Oslo. A esos primeros nombres han seguido este miércoles otros 13, en su mayoría correspondientes a los fallecidos en la isla, donde hasta ahora se han contabilizado 68 víctimas.
El resto de los nombres de las 76 víctimas se dará a conocer en los próximos días, según vayan siendo identificadas y sus muertes comunicadas a sus familias.
Y en cuanto al número de desaparecidos, la policía ha informado este miércoles que ya solo queda una persona desaparecida en Utoya, frente a los cinco desaparecidos de los que se había hablado en días anteriores, según la cadena TV2.
La policía también ha ofrecido más detalles sobre la detención del autor confeso del doble atentado de Noruega, Anders Behring Breivik, que después de colocar el coche bomba en Oslo y disparar de forma indiscriminada al medio centenar de jóvenes reunidos en la isla, se entregó a las fuerzas de seguridad con las manos en alto y después de haber depuesto sus armas.
Breivik, al que los servicios secretos noruegos (PST) consideran un "lobo solitario", se entregó tras quedar rodeado por agentes de la unidad especial "Delta".
Breivik se entregó desarmado
"Le gritamos que éramos policías armados para llamar su atención. De pronto lo tuvimos ante nosotros, con los brazos en alto sobre la cabeza. Su arma estaba 15 metros detrás de él y lo detuvimos con toda normalidad", ha relatado un miembro de ese comando, Jacob Baertnes, en conferencia de prensa.
La operación policial ha sido objeto de crecientes críticas, ante el goteo de informaciones aparecidas según las cuales los agentes no llegaron con la celeridad debida porque no tenían un bote a punto, según unos medios, o a que no pudieron utilizar un helicóptero por razones presupuestarias, según otros.
Breivik asesinó a 68 participantes en el campamento de las juventudes socialdemócratas de la isla, tras disparar indiscriminadamente durante más de una hora mientras los asistentes a la reunión, adolescentes en su mayoría, trataban desesperadamente de huir, lanzándose a las aguas del fiordo, o de esconderse en el bosque.
Las ocho víctimas restantes murieron en un atentado con bomba contra un edificio gubernamental en Oslo del que también Breivik confesó su autoría.
En su primera comparecencia ayer ante el juez, Breivik confesó ser el autor de la matanza aunque dijo no reconocerse culpable, tras lo que afirmó que contaba con dos células de su organización.
El ultraderechista noruego de 32 años ingresó en prisión preventiva y estará cuatro semanas en régimen de aislamiento.