El Congreso de EE.UU. da el primer paso para votar el plan que amplía el límite de deuda
- El acuerdo supone la reducción del déficit en 2,4 billones de dólares en 10 años
- El Senado sometará el plan a votación "mañana martes"
- EE.UU. alcanza su límite de endeudamiento este 2 de agosto
- El Ibex registra su mayor caída en 13 meses, con un descenso del 3,24%
Enlaces relacionados
El Congreso de EE.UU. ha dado el primer paso para continuar con el debate, de una hora de duración, que concluirá con la votación del plan para reducir el déficit en 2.500 millones de dólares en los próximos diez años, ampliar el límite de endeudamiento del país en 2.100 millones de dólares hasta 2013 y evitar así la suspensión de pagos.
El plan para elevar el límite de la deuda acordado por líderes demócratas y republicanos ha sido criticado por legisladores de ambos partidos, aunque la Casa Blanca espera que se apruebe. Estados Unidos alcanza su límite de endeudamiento, 14.300 millones de dólares, este 2 de agosto. Demócratas y republicanos han mantenido negociaciones en las últimas semanas, pero no han logrado el acuerdo hasta hace unas horas.
El acuerdo, anunciado el domingo por el presidente Barack Obama, no satisface ni a los legisladores republicanos alineados con el movimiento derechista Tea Party ni a los demócratas que forman parte de los bloques de minorías o están más vinculados a los sindicatos.
El presidente de la Cámara defiende el sí
El presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., el republicano John Boehner, ha animado a sus compañeros de partido a votar a favor del acuerdo sobre la deuda, aunque no ha clarado si cuenta con los votos necesarios para aprobarlo.
"En los veinte años que llevo en esta cámara, nunca he visto una oportunidad mejor que este acuerdo para poner esposas fiscales al Congreso", ha señalado Boehner en una comparecencia ante los medios junto con otros líderes republicanos.
Boehner considera que ese acuerdo cumple "los dos grandes estándares" que el partido republicano ha reivindicado durante las negociaciones sobre la deuda: "no aumentar los impuestos y un recorte de gasto mayor al alza del techo de la deuda".
Además, considera que deja abierta la puerta a la posibilidad de "añadir una enmienda constitucional" para que el presupuesto federal siempre deba estar equilibrado, una exigencia clave para los miembros del Tea Party y que no ha sido incluida en el plan final.
Todavía se tiene que aprobar en el Senado
El senador demócrata Harry Reid ha confirmado que el plan para aumentar el techo de endeudamiento de EE.UU. se someterá a votación en el Senado "mañana martes". Con esta votación y el visto bueno del Congreso, se vería completado el proceso para sacar adelante el plan.
Mientras, el vicepresidente estadounuidense, Joe Biden, ha asegurado que "tiene confianza" en que se pueda adoptar un proyecto de ley para reducir el déficit y aumentar el límite de endeudamiento. Lo ha asegurado tras un encuentro de más de dos horas con miembros de su partido.
Las Bolsas europeas han vivido una sesión que comenzó con ligeras ganancias, tras conocerse el acuerdo, pero han terminado en números rojos, arrastradas por la apertura en negativo de Wall Street. Milán y Madrid han encabezado las pérdidas, superiores al 3%. El Ibex 35 ha registrado su peor jornada en 13 meses.
EE.UU. puede entrar en suspensión de pagos
El Senado y la Cámara de Representante debatirán y votarán el pacto cuando falta medio día para que Estados Unidos entre en cese de pagos por primera vez en su historia.
Tras semanas de disputas, el jefe de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, de Nevada, y el jefe de la minoría republicana Mitch McConnell, de Kentucky, forjaron un pacto que, según afirman, reducirá en unos 2,4 billones de dólares el déficit fiscal durante la próxima década.
Según el Departamento del Tesoro, Estados Unidos ha llegado al límite del endeudamiento autorizado por el Congreso. Sin permiso para endeudarse más, el Gobierno se vería obligado a suspender pagos a partir de mañana, 2 de agosto.
Sin consenso sobre el documento final
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, de Ohio, mantuvo el domingo una extensa conferencia telefónica con sus correligionarios pero hasta este lunes no estaba seguro de que todos vayan a apoyar lo convenido con los demócratas.
La jefa de la minoría demócrata, Nancy Pelosi, también indicó que no todos los miembros de su bancada están resueltos a dar su voto para el pacto.
El vicepresidente de EEUU, Joe Biden, tiene previsto reunirse con los senadores y congresistas demócratas para tratar de convencer a los más renuentes.
El Tea Party mantiene su postura de rechazo
Por su parte, la representante republicana Michelle Bachmann, adalid del Tea Party y aspirante a la candidatura de su partido a la presidencia de EEUU, suspendió su gira política y retornó a Washington decidida a rechazar el acuerdo porque ella, al igual que decenas de legisladores, se opone a cualquier aumento de la deuda.
El representante demócrata Emanuel Cleaver, de Missouri que dirige el bloque de legisladores negros, calificó el pacto como "un sandwich satánico" porque no incluye la eliminación de exenciones impositivas para los más ricos y amenaza programas sociales.
Sin embargo, el principal asesor político de la Casa Blanca, David Plouffe, ha reconocido que el acuerdo no es perfecto pero supone un alivio para la economía.
"Evidentemente, cada miembro (del Congreso) va a tener sus propia opinión pero confiamos en que este acuerdo se va a aprobar", ha dicho Plouffe en el programa "Good Morning America" de la cadena ABC.
El acuerdo permitiría evitar la suspensión de pagos
El pacto ofrece a Obama lo que era su mayor prioridad: la continuidad de pagos y un aumento de la deuda que permitirá que el Gobierno de EEUU siga funcionando hasta principios de 2013, después de las elecciones presidenciales.
Asimismo, permite que los republicanos centristas digan a sus votantes que impidieron los aumentos de impuestos y lograron una reducción de gastos, y permite que los demócratas centristas digan a los suyos que no habrá cortes drásticos en el Seguro Social y los programas de subsidios para gastos médicos.
Lo que los republicanos, y en especial el Tea Party, no lograron fue la aprobación de una enmienda constitucional que limite los gastos del Gobierno y fuerce a un presupuesto equilibrado.
La decepción mayor de los demócratas está en la ausencia de aumentos de impuestos y en lo que perciben como claudicación del presidente Obama ante una minoría de legisladores impertérritos ante las consecuencias de un cese de pagos.