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Stoltenberg agradece a los noruegos su comportamiento tras los atentados

  • El Parlamento noruego ha rendido el último homenaje institucional
  • El ataque pudo haber sido peor según las investigaciones

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Últimos actos institucionales en recuerdo a las víctimas de Oslo

El Parlamento noruego ha recordado este lunes, en un acto de Estado, a las 77 víctimas del doble atentado del pasado 22 de julio, ataque que según las investigaciones en curso podría haber sido aún más devastador.

En el acto, el primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, ha agradecido a su país el comportamiento demostrado tras el doble atentado y ha aplaudido su capacidad para "encontrar el camino" tras la tragedia.

Junto a él, el rey Harald y el príncipe heredero Haakon, han compartido el momento para recordar a las víctimas de los ataques al distrito gubernamental de Oslo y al campamento de las juventudes socialdemócratas en la vecina isla de Utoya.

El ataque iba a ser peor

Apenas 160 de los 1.900 funcionarios que habitualmente trabajan en las dependencias de los ministerios afectados se encontraban en sus puestos en el momento de la primera explosión, las 15.26 de ese viernes, según informa también la cadena pública NRK.

El coche bomba, cuya detonación provocó 8 muertos, fue estacionado por el autor de la matanza, Anders Behring Breivik, entre los Ministerios de Energía y Comercio, los más afectados por la explosión.

De haber ocurrido apenas una hora antes, cuando los funcionarios estaban aún en sus puestos, la matanza podría haber sido mucho mayor, apunta ese medio, dado el impacto causado por la bomba, que según las investigaciones en curso contenía hasta 850 kilos de explosivo, en lugar de los 500 kilos que hasta ahora se estimaba.

Según trascendió el pasado domingo en medios noruegos, Breivik, fundamentalista cristiano y ultraderechista, exigió en un interrogatorio la dimisión del Gobierno de Jens Stoltenberg a cambio de una declaración íntegra sobre sus planes.

Además de los dos ataques al complejo gubernamental y al campamento de las juventudes socialdemócratas, donde murieron 69 personas, Breivik había planeado atentar contra el Palacio Real y la sede del partido socialdemócrata de Stoltenberg, pero renunció por razones logísticas.

Dolor

Los efectos de su doble atentado habrían sido aún más sangrientos de no haber sido por un atasco, que retrasó la detonación del coche bomba y su posterior llegada a la isla.

Según reveló el domingo el diario noruego Aftenposten, Breivik admitió ante la policía que su plan se demoró porque calculó mal y no contó con los atascos propios del fin de semana.

Antes de salir para el primer atentado pasó por su casa familiar, donde vive su madre, y escribió los últimos párrafos de su "Manifiesto" de 1.500 páginas, que envió a las 12.51 a 1.003 direcciones de correo electrónico.

Con el acto de este lunes del Parlamento noruego (Storting), han culminado las múltiples ceremonias institucionales y manifestaciones espontáneas de la ciudadanía en señal de dolor y rechazo por los ataques.

En el acto, al que ha acudido la plana mayor de la política noruega y de la Casa Real, está previsto que hable Stoltenberg, quien ya en los días pasados expresó su determinación a defender el modelo de sociedad abierta noruega y dijo que la respuesta al ataque debe ser más democracia.