La NASA anuncia el hallazgo de una posible presencia de agua salada en Marte
- Son unas manchas superficiales detectadas en la superficie del Planeta Rojo
- Aparecen en la temporada calurosa y se desvanecen en la temporada de frío
- Si se confirma que es agua activa, podría haber microorganismos
La NASA ha anunciado el descubrimiento de unas manchas superficiales que aparecen en las laderas de Marte durante la temporada calurosa y se desvanecen en la temporada de frío que podrían estar formadas por agua salada.
El hallazgo se ha hecho gracias al análisis de fotos tomadas por el Experimento Científico de Imágenes de Alta Resolución (HiRise) del Orbitador de Reconocimiento de Marte (MRO), que explora el Planeta Rojo desde 2006.
El director de la investigación científica del programa de exploración a Marte de la agencia espacial estadounidense, Michael Meyer, ha avanzado el descubrimiento en una rueda de prensa junto con el profesor Alfred McEwen, de la Universidad de Arizona, entre otros miembros del equipo. "Estamos muy contentos con este descubrimiento, pero es el principio de un proceso que acabamos de empezar", ha comentado McEwen.
Marte no ha dado pruebas definitivas de que actualmente haya agua líquida activa en la superficie del planeta, aunque sí se ha detectado agua congelada cerca de la superficie en regiones de latitud media y alta.
Una hipótesis que anunciaría la presencia de vida
Los grupos de líneas oscuras detectados por la NASA podrían potencialmente estar formadas por un flujo de agua salada aunque, de momento, se trata sólo de una hipótesis, ya que las observaciones reportadas en esta primera fase del estudio no lo prueban.
Lisa Pratt, bioquímica y geóloga de la Universidad de Indiana, ha señalado que todavía es una opción "muy especulativa", pero si se confirmara que se trata de un fluido volvería a abrir las posibilidades de encontrar microorganismos en el Planeta Rojo.
Las imágenes estudiadas cubren una variedad de latitudes y abarcan un periodo de aproximadamente tres años marcianos. Cada año marciano equivale a 687 días terrestres.
Las variaciones se localizaron con un algoritmo de detección de cambios capaces de identificar las alteraciones sutiles que ocurren en la superficie marciana y descubrieron que algunos de los surcos habían crecido más de 200 metros en apenas dos meses terrestres.