30 soldados estadounidenses mueren en "ataque talibán" más sangriento contra la coalición
- Un cohete derriba su helicóptero y hay ocho fallecidos más, según fuentes afganas
- Al parecer, era una operación de las fuerzas de élite norteamericanas
Treinta militares estadounidenses, siete afganos y un intérprete han muerto en el centro de Afganistán al estrellarse un helicóptero norteamericano en lo que, según varias fuentes, ha sido el ataque más sangriento de los talibanes a la coalición internacional liderada por Washington desde la invasión de hace casi diez años.
A última hora de este sábado, la OTAN ha dado el balance definitivo de fallecidos sin indicar la causa del siniestro, pero testigos y oficiales afganos han apuntado a un cohete lanzado por los talibanes, al tiempo que los islamistas han reivindicado la acción. La Alianza se ha limitado a confirmar "actividad enemiga en la zona".
Un portavoz de las autoridades de la provincia de Wardak, Shahidulá Shahid, había indicado anteriormente a la agencia France Presse que el helicópetero fue derribado "por un cohete disparado por los talibanes cuando despegaba" de madrugada durante una operación conjunta con las fuerzas afganas en esa zona limítrofe con la región de Kabul.
El aparato, un Chinook, es un helicóptero militar capaz de transportar hasta 44 personas, además de los tres miembros de la tripulación. Según han informado fuentes militares estadounidenses bajo anonimato, al menos una veintena de militares pertenecían al cuerpo de élite de los Seal, aunque no era el mismo equipo que participó recientemente en el asalto a la casa de Bin Laden en Pakistán.
Espiral de violencia
Hasta ahora, la mayor pérdida de vidas humanas de la coalición internacional que invadió Afganistán a finales de 2001 había tenido lugar el 28 de junio de 2005, cuando fallecieron 16 militares estadounidenses en otro ataque talibán a un helicóptero Chinook en Kunar (este), recuerda la misma agencia.
Barack Obama ha dado el pésame a las familias de los militares pero ha asegurado que continuará luchando por la seguridad nacional. "Su muerte es un recordatorio de los sacrificios extraordinarios que hacen nuestros hombres y mujeres en el Ejército y sus familias", ha dicho el presidente estadounidense.
Al menos 374 soldados de la OTAN han muerto en operaciones militares desde principios de año en Afganistán, según el recuento de la página web especializada icasualties.org. Además, al menos 1.400 civiles han muerto en el país en el primer semestre de 2011, un 15% más que el año anterior, según cifras de la ONU.
Este repunte de la violencia llega en momentos en los que la OTAN ha empezado a traspasar la responsabilidad de la seguridad a las fuerzas afganas, en un proceso de retirada que está previsto termine a finales de 2014.
Muchos afganos y expertos dudan de la capacidad del ejército y de la policía para defender solos al gobierno frente una rebelión que ha ganado terreno en los últimos años.