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El Gobierno soluciona la 'indignación' por los desahucios con más presencia policial

  • El 15M organiza convocatorias masivas para impedir los desahucios
  • La policía responde con despliegues policiales "desproporcionados"
  • Se reclaman medidas extraordinarias para paliar este drama social

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Varios manifestantes se arrodillan junto a un cordón policial en Carabanchel en señal de protesta por el desahucio de una mujer y su hijo de 16 años.
Varios manifestantes se arrodillan junto a un cordón policial en Carabanchel en señal de protesta por el desahucio de una mujer y su hijo de 16 años.

El número de desahucios ha crecido con la crisis económica y el 15M ha hecho de este problema uno de sus mayores protestas al considerar que dejar a una familia sin hogar es una medida inconstitucional. Aprovechando que la fecha y la hora de los desahucios se conocen, activistas de este Movimiento organizan convocatorias masivas para impedirlos.

Lo han conseguido "muchas veces", explica a RTVE.es el secretario general de Madrid de la Unión Federal de Policía y portavoz nacional, Alfredo Perdiguero.

Pero, aunque impliquen un drama familiar, los desahucios son legales y hay que ejecutarlos, lo que ha llevado a las fuerzas de seguridad del Estado a realizar despliegues policiales, según describen algunos testigos, propios de operaciones "antiterroristas".

Hoy en Madrid había un nuevo intento de impedir un desahucio, el de una mujer que debe al banco 200.000 euros, pero no lo han conseguido. El despliegue policial, reforzado por el juzgado, ha evitado la paralización.

Desahucio en Carabanchel

En una vivienda en el número 3 de la calle Cuevas de Altamira, en el distrito madrileño de Carabanchel, los activistas consiguieron aplazar el desahucio de una mujer y su hijo de 16 años en dos ocasiones. Pero en el tercer intento, el pasado viernes 29 de julio, eran demasiado pocos para el despliegue policial que había preparado y la sentencia finalmente se ejecutó.

Cuando los manifestantes acudieron con la intención de bloquear la entrada a la vivienda, se encontraron con un cordón policial de unos 30 metros alrededor del edificio que impedía acercarse al portal. Ni siquiera la prensa podía pasar para hablar con la afectada o sus vecinos.

Con 28 desalojos diarios, este despliegue es una ruina para el país

Al menos 15 furgones policiales y medio centenar de agentes custodiaban  la zona para asegurar que el desahucio se llevase a cabo sin  incidentes. Así fue, pues la treintena de manifestantes convocados quedó relegada a uno de los costados  del cerco policial, desplegado durante la madrugada.

"Para una vecina, respuesta excesiva". "Gastos policiales, para escuelas y hospitales". "Con 28 desalojos diarios, este despliegue es una ruina para el país", gritaban los manifestantes ante un número de agentes que consideraban "desproporcionado".

Movilización policial

A un desahucio "normal", sin manifestantes, suele ir solo la comisión  judicial, explica el portavoz policial Alfredo Perdiguero a RTVE.es. Aunque la presencia de la policía no es indispensable, a veces "van uno o dos agentes, por si la persona a la que van a  desahuciar se pone violenta, pero es algo excepcional”, matiza.

La fuerza policial que se manda va en proporción a  la masa que se espera al otro lado

Pero esto ha cambiado a raíz de los nuevos acontecimientos. “La fuerza policial que se manda va en proporción a  la masa que se espera al otro lado”, asegura Perdiguero.

Ahora, en primer  término, se envía a un subgrupo de la Unidad de Intervención Policial  (UIP), que está formada por 25 agentes, la mitad que uno entero, y si hace falta se piden refuerzos. Cada seis de ellos viaja en un furgón policial.

No obstante,  Perdiguero explica que este despliegue no supone más dinero para las  arcas públicas, pues los policías no cobran horas extras. “Por los  acampados de la puerta del Sol hay agentes que hacen jornadas de 22  horas, pero no cobran más, su salario base es de 1.500 euros al mes", asegura el portavoz, que explica que luego lo cogen en libranzas.

Situación propensa para los desahucios

Al igual que estas protestas son algo excepcional, lo es también la situación económica actual, que desde 2008 vive una profunda crisis que ha disparado la cifra de paro hasta los cinco millones de personas,  impidiendo a muchas familias poder pagar el alquiler o sus hipotecas y elevando, por tanto, el número de desahucios.

También ha ayudado a este incremento la aplicación de la ley de Medidas de Fomento y Agilización Procesal del Alquiler y Eficiencia Enegética de los Edificios, aprobada la nochebuena de 2009 y que agiliza el proceso de desalojo reduciendo de dos meses a uno el plazo para ejecutar la sentencia.

Según los últimos datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ),  los desalojos por impago se han incrementado un 36,3% hasta marzo, en  relación al  mismo periodo de 2010. Solo en la Comunidad de Madrid hay   programados 28 diarios, según ha  indicado la Asamblea de Carabanchel   del 15M en un comunicado.

Por ello, se echan en falta medidas extraordinarias para paliar la situación que vayan más allá de grandes dispositivos policiales. Medidas, al fin y al cabo, que detengan este incremento de desalojos. "Dan ayudas a los bancos para salir de la crisis pero no a las familias, que las están echando de sus casas", ha manifestado a RTVE.es un ciudadano que estuvo presente en el desahucio de Carabanchel y que está pendiente de que le comuniquen la fecha en la que tendrá que abandonar su casa por impago.

Búsqueda de soluciones

Una de las medidas reclamadas por el 15M y otros colectivos sociales es la dación en pago de la vivienda para saldar la deuda. Con ello pretenden evitar que las personas desahuciadas, además de haber perdido su casa, tengan que hacer frente a una elevada deuda generada por los intereses del préstamo hipotecario que les ha concedido el banco.

Si el banco  nos quita la casa nos vendremos a vivir al banco

Precisamente este viernes, más de un centenar de 'indignados' procedentes de toda España se  han reunido en Málaga capital bajo el lema "Si el banco  nos quita la casa nos vendremos a vivir al banco", para protestar  contra la Ley Hipotecaria actual y a favor de medidas como la dación  en pago.

La secretaria de Estado de Vivienda, Beatriz Corredor, ha manifestado el rechazo a implantar la obligatoriedad de esta medida como único pago de la vivienda porque en su opinión generaría un encarecimiento de las hipotecas, ya que "las entidades financieras darían menos del 80 % del valor de tasación, acortarían su plazo, lo que aumentaría las cuotas a pagar, se encarecerían los tipos de interés y pedirían más garantías, exigencias y seguros adicionales".

Con esta medida se conseguiría que la práctica totalidad de la población que "paga bien" se responsabilice de una situación que es "dramática, pero no generalizada", ha dicho Corredor, que ha recordado que la Ley Hipotecaria permite desde hace más de 150 años a las entidades financieras ofrecer este tipo de hipotecas y que, si no lo han hecho, es porque no ha habido demanda.

Otra solución puede ser la que ha presentado el Banco Santander, que ha propuesto implantar a partir de agosto una carencia de tres años en el pago de la hipoteca si sus clientes pierden el empleo.

En Irlanda,  han ido más allá y el Banco Allied Irish Bank Plc se plantea destinar parte del dinero que ha recibido para su rescate en ayudar a aquellos que no pueden hacer frente al pago de la hipoteca.