Cameron se plantea desplegar el ejército y estudia cortar las redes sociales en los disturbios
- Prolonga el fin de semana el masivo despliegue en Londres
- Autoriza a los policías a quitar elementos que tapen la cara a ciudadanos
- Anuncia que asumirá todas las compensaciones económicas por los disturbios
- Comparece ante la Cámara de los Comunes, a la que pide unidad
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El primer ministro británico, David Cameron,se plantea desplegar el ejército en las calles como "último resorte" para parar los disturbios en el país y ha anunciado una serie de medidas más restrictivas para hacer frente a estas situaciones en el futuro, entre ellas la posibilidad de interrumpir el servicio de redes sociales y revisar las normas del estado de sitio.
"Es responsabilidad del Gobierno asegurarse de que tiene en cuenta cualquier futura contingencia, incluyendo si hay tareas que el ejército puede llevar ciertas tareas para liberar a más policías de la primera línea", ha declarado Cameron en una comparecencia de emergencia en el Parlamento británico
Además, una fuente gubernamental ha recalcado que tras lo ocurrido con los servicios de mensajería de Blackberry y con Twitter -que según la Policía fueron usados por los jóvenes para coordinar sus acciones en los saqueos- el ejecutivo estudia "si se puede hacer algo para interrumpir el servicio cuando se enfrenta a estos problemas".
"Estamos manteniendo conversaciones con los servicios de inteligencia con la industria. Aún no hemos propuesto nada", ha añadido la fuente a la agencia Reuters.
En cuanto al toque de queda, Cameron también ha anunciado que estudia si ampliar los poderes para dispersar multitudes si es necesario.
Tono endurecido
En su discurso ante la Cámara de los Comunes tras cuatro días de enfrentamientos sin precedentes en las calles del país entre los grupos de jovenes y la Policía, Cameron ha pedido al parlamento -que ha suspendido sus vacaciones en una sesión extraordinaria- que muestre un "frente unido" contra la violencia.
Cameron ha endurecido aún más su tono respecto al del pasado miércoles y ha repetido las fórmulas usadas desde que tuvo que interrumpir sus vacaciones en Toscana ante el caos reinante en su país.
Así, ha anunciado que los 16.000 policías que están ya patrullando las calles de Londres seguirán estando allí el fin de semana y que autorizará a la Policía a quitar máscaras o cualquier elemento que cubra la cara a los ciudadanos para identificarles en caso de que haya "indicios razonables" contra ellos.
Ayudas a las víctimas
Además, se ha referido a los daños materiales provocados por los disturbios, que ha tasado en 200 millones de libras (227 millones de euros).
Los dueños de tiendas y viviendas dañadas recibirán sus compensaciones aunque sus casos no estén cubiertos por la ley de disturbios y el tiempo de reclamación se extenderá de 14 a 42 días.
También ha anunciado que destinará una ayuda de emergencia de 20 millones de libras (27 millones de euros) para atender de forma inmediata las pérdidas de los negocios.
Cameron no ha perdido oportunidad para referirse también a las causas profundas de lo ocurrido y hacer un repaso pormenorizado de lo hechos, así como negar cualquier fallo policial.
"No tiene nada que ver con la política"
El primer ministro ha subrayado que lo ocurrido "no tiene nada que ver con la política, y con la manifestación sino con el robo", que es "criminalidad pura y dura" y que hará "todo lo necesario" para restaurar el orden y los tribunales seguirán abiertos para procesar a los culpables de los disturbios.
Cameron ha calificado de "injustificable" la ola de violencia que vive el país y ha asegurado que las autoridades están actuando "de forma decisiva" para restablecer el orden en las calles, lo que ha dado como resultado que la noche del miércoles fuera de calma tras cuatro con incidentes muy graves.
El primer ministro ha hecho un repaso de lo ocurrido desde que Mark Duggan, de 29 años, murió hace una semana a manos de la Policía, un incidente que desató los disturbios tras una manifestación pacífica en su barrio londinense, Tottenham, el pasado sábado.
Cameron ha reconocido que hay preguntas por responder sobre la muerte de Duggan, del que la Policía dijo en un primer momento que había disparado a los agentes y luego se ha mostrado que no lo hizo.
Sin embargo, el primer ministro ha subrayado que el caso de Duggan fue usado como una "excusa" por bandas "oportunistas", que a partir de ese momento se hicieron con el control de la situación.
A partir de ese momento, según Cameron, la Policía se vió en una situación "sin precedentes", en la que muchas personas en diferentes lugares "hacían lo mismo".
Con todo, ha reconocido que las fuerzas policiales se equivocaron al tratar lo ocurrido en un principio como un elemento de orden público y no como una actuación criminal y que la reacción fue lenta.
La oposición le apoya
En su respuesta, el líder de la oposición laborista, Ed Miliband, se ha mostrado de acuerdo con el aumento de la presencia policial e incluso ha saludado que se pueda usar al ejército de forma extraordinaria, en un intento de no ser sobrepasado por la derecha por su rival política y evitando posibles críticas de complacencia con los saqueadores al hacer referencia a las posibles razones sociales de lo sucedido.
Miliband ha elogiado el heroísmo de la Policía y ha pedido una completa investigación de lo ocurrido para escuchar a los afectados por los saqueos.
Con todo, ha pedido que se tengan en cuenta las causas profundas del vandalismo y el saqueo y ha recordado que el país no puede "simplemente seguir adelante y olvidar".
El único punto de fricción entre ambos políticos ha sido el referente al impacto de los recortes presupuestarios en la respuesta policial, que Miliband le ha echado en cara.
Cameron ha defendido que los recortes planeados para los próximos cuatro años son compatibles con despliegues policiales como los que se están produciendo estos días en Londres y "totalmente alcanzables" sin afectar a los servicios policiales de primera línea, algo que ha sido abucheado por los diputados laboristas y no demasiado jaleado por sus diputados.
Los recortes en la Policía han sido criticados no solo por Miliband; también por el alcalde de Londres, Boris Johnson.
Apelación olímpica
Precisamente las Olimpiadas en la capital británica ha sido el elemento usado por Cameron para cerrar su discurso y hacer un llamamiento a todos los británicos.
"A un año de los Juegos Olímpicos de Londres, Reino Unido debe mostrar que no es un país en destrucción, sino en construcción", ha recalcado.
"Debemos mostrar al mundo, que nos ve con preocupación, que los responsables de la violencia no son representativos de nuestro país", ha concluido.