Breivik regresa a la isla de Utoya para cooperar con la Policía en la reconstrucción de la matanza
- Iba con chaleco antibalas para protegerle de intentos de asesinato
- Tenía los tobillos encadenados y estuvo acompañado en todo momento
El principal sospechoso de los ataques de Noruega, Anders Breivik, regresó este sábado a la isla de Utoya bajo custodia policial para reconstruir la masacre de hace tres semanas en la que acabó a tiros con la vida de 69 jóvenes que asistían a una convención política.
En una de las fotografías divulgadas por el diario noruego VG, se puede ver a Breivik de pie y en posición de disparo desde la orilla de la isla.
Breivik, a quien se le puso un chaleco antibalas para protegerle de posibles intentos de asesinato, tenía los tobillos encadenados y estuvo acompañado en todo momento por agentes.
Breivik, que está en la prisión de Ila, al oeste de Oslo, fue explicando cómo mató a cada una de las 69 víctimas de sus disparos en la citada isla, mientras dos agentes filmaban la reconstrucción de los hechos para poder usarla como prueba en el futuro juicio.
“No mostró ninguna señal de arrepentimiento“
"El imputado no permaneció impasible por estar de vuelta en Utøya, pero no mostró ninguna señal de arrepentimiento", ha señalado en rueda de prensa Pål-Fredrik Hjort Kraby, portavoz policial.
La isla lleva cerrada a los visitantes desde el ataque del pasado 22 de julio, que tuvo lugar poco después de la explosión de un coche bomba en Oslo, también perpetrada supuestamente por Breivik, que se cobró la vida de ocho personas.