Francia y Alemania proponen limitar el déficit en la Constitución y una tasa sobre transacciones
- Instan a la creación de un Gobierno único para la zona euro
- Ambas potencias armonizarán el impuesto de sociedades desde 2013
- Descartan por el momento la creación de los eurobonos
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El presidente francés, Nicolás Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, proponen que los países de la zona euro adopten antes de que finalice el verano de 2012, una regla básica, para que los 17 estados del euro incluyan un objetivo de equilibrio presupuestario, en su Constitución. El objetivo es que cada país se comprometa a alcanzar el déficit cero, a través de esta "norma de oro", según han explicado ambos líderes tras la cumbre celebrada en París.
Merkel ha insistido en la necesidad del "autocompromiso de nuestros Parlamentos", en relación a la propuesta para incluir el objetivo de déficit cero en la Constitución de cada estado de la zona euro.
El encuentro mantenido esta tarde es continuación de los acuerdos alcanzados por los líderes de la zona euro el pasado 21 de julio, cuando aprobaron el segundo rescate financiero para Grecia y acordaron el fortalecimiento de la gobernanza económica de la zona euro, con la flexibilización del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF). Sarkozy y Merkel no consideran necesario aumentar la dotación de este fondo, que ahora se eleva a 750.000 millones de euros, con una capacidad efectiva de 440.000 millones de euros.
Gobierno único para la zona euro
Ambos dirigentes han propuesto además la creación de un Gobierno único para la zona euro, bajo la presidencia permanente, durante dos años y medio del presidente del Consejo Europeo, cargo que en la actualidad ocupa Herman Van Rompuy. Este Gobierno, estaría formado por un Consejo de los jefes de Estado y se reuniría dos veces al año para supervisar la evolución de las políticas económicas.
Ambos líderes consideran además "necesaria" la creación de una tasa sobre las transacciones financieras y trasladarán ambas propuestas en una carta franco-alemana, a Van Rompuy, para impulsar la gobernanza económica de la zona euro. La tasa sobre transacciones financieras es "una de nuestras prioridades", ha asegurado Sarkozy en la conferencia de prensa posterior al encuentro, una propuesta que Merkel ha calificado como "necesaria".
Tenemos "la voluntad firme de defender el euro, asumir las responsabilidades, en particular las de Alemania y Francia y adoptar una misma posición", ha señalado Sarkozy, quien se ha referido a las consecuencias de los recientes rumores sobre la rebaja de la calificación de su deuda soberana, después desmentidos por las propias agencias crediticias, y ha asegurado que ante "esta situación que conocemos y que estamos viendo a diario, tenemos una voluntad firme y absoluta".
Convergencia de Francia y Alemania
En 2013, ha avanzado el presidente francés, "Francia y Alemania habrán armonizado el impuesto sobre las sociedades francesas y alemanas". La coordinación económica de ambas potencias coincidirá con el 50 aniversario del Tratado del Elíseo y al comienzo de cada semestre, los ministros de Finanzas de ambos países mantendrán un encuentro que servirá para intercambiar los presupuestos con un objetivo común, ha explicado Sarkozy.
"Necesitamos recuperar la confianza de los mercados", ha señalado Merkel, sobre la "norma de oro" que proponen inlcluir en la Constitución de los países de la zona euro.
Merkel ha insistido en la necesidad de que los estados de la zona euro no se limiten a "tomar nota de las recomendaciones de la Comisión Europea", sino que tienen que dar los "pasos correctos en ese sentido".
Rechazo a la creación de eurobonos
Ambos líderes han mostrado su rechazo a la creación de los eurobonos, una medida que Sarkozy ha comparado con la creación de la moneda única y ha señalado que equivaldría a "garantizar la triple A (máxima calificación crediticia) para toda la eurozona". "Tal vez algún día hablemos de eurobonos, pero al final del proceso de integración económica", ha agregado el presidente francés.
La presión de los mercados sobre la deuda de los países periféricos de la zona euro, ha ido en aumento, a pesar del acuerdo sobre el rescate de Grecia y la apuesta de los líderes europeos por el fortalecimiento de la moneda única. La desconfianza de los inversores en la economía europea, ha provocado el nerviosismo y la volatilidad en las bolsas que la semana pasada registraron las mayores alzas y desplomes en un año.
La tensión en los mercados obligó al Banco Central Europeo a intervenir, a través de la compra de títulos soberanos, por un importe de 22.000 millones de euros. Esto permitió relajar las primas de riesgo de España e Italia, el diferencial de los títulos soberanos a 10 años y los bonos alemanes del mismo plazo, que a comienzos de este mes habían llegado a máximos históricos por encima de los 400 puntos.