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El reportero clave en las escuchas desmonta la defensa de Murdoch y dice que eran generalizadas

  • El Parlamento británico publica la carta del exreportero Clive Goodman
  • Dice que el exjefe de prensa de Cameron estaba al corriente del asunto
  • Uno de los diputados lo considera una "prueba devastadora"
  • El hijo de Murdoch podría volver a ser llamado a declarar
  • Todo sobre los personajes de la trama

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Rupert Murdoch, en una imagen reciente.
Rupert Murdoch, en una imagen reciente.

Una carta de un periodista condenado por los pinchazos telefónicos del News of the World ha revelado que estas prácticas eran "ampliamente generalizadas" y formaban parte de los debates de las reuniones editoriales, según ha comunicado el Comité de Cultura de la Cámara de los Comunes, en lo que supone la principal prueba hasta ahora de un posible encubrimiento del caso de los máximos responsables del conglomerado de Rupert Murdoch.

La misiva, escrita en 2007 por el reportero Clive Goodman, condenado por pinchar los teléfonos de la Casa Real Británica, se ha dado a conocer este martes y pone en jaque tanto a Rupert Murdoch como a su hijo James -que podría volver a ser citado por el comité- y a Andy Coulson, exdirector del tabloide y exjefe de prensa del primer ministro británico, David Cameron.

Las palabras de Goodman son muy significativas porque su detención desató el escándalo de las escuchas hace cinco años y siempre fue presentado como un caso aislado por los directivos de News Corporation, algo que investigaciones posteriores han puesto en duda, desatando el escándalo que ha llenado los titulares de los periódicos británicos el pasado mes de julio.

Coulson en la diana

Goodman señala que Coulson prohibió las referencias a los pinchazos en las reuniones editoriales y que le ofreció mantener el puesto si aceptaba no implicar al periódico cuando fuese llamado a declarar pese a que su propio pinchazo al entorno de la familia real fue llevado a cabo con "el completo conocimiento y apoyo" de sus superiores, a los que nombra específicamente.

Coulson siempre negó haber tenido conocimiento de los pinchazos pese a que dimitió de su puesto tras la condena de Goodman, una afirmación que Cameron creyó, poniéndole al frente de la comunicación primero de su partido y luego de Downing Street.

La carta de Goodman está entre los documentos publicados por el comité de los Comunes, que también ha hecho pública una segunda versión de la misma que fue suministrada por News International y en la que, además de omitirse los nombres de los periodistas que denuncia Goodman -algo pedido por la Policía- se elimina cualquier referencia a los pinchazos.

Uno de sus miembros, el diputado laborista Tom Watson, ha asegurado que la carta de Goodman es "absolutamente devastadora" y la ha calificado como "la prueba más significativa que se ha revelado hasta el momento".

"Acaba completamente con la defensa de News International. Es uno de los mayores encubrimientos que he visto en mi vida", ha denunciado.

De hecho, Watson ha denunciado que Goodman recibió "dinero por su silencio" ya que los documentos recibidos de su compensación económica muestran que los costes de su abogado -valorados en más de 15.000 euros- y una indemnización de casi 200.000 euros se añadieron al pago de su sueldo íntegro anual -más de 100.000 euros- cuando fue despedido.

Alegación contra su cese

La carta de Goodman está fechada en el 2 de marzo de 2007, poco después de que fuese liberado tras cumplir cuatro meses de prisión.

La misiva fue remitida al director del Recursos Humanos de News Internacional, Daniel Croke, y detalla su alegación contra la decisión del por aquel entonces máximo dirigente de la compañía, Les Hilton, de echarle por mala conducta después de haver admitido los pinchazos.

El periodista considera en la carta que es perverso tomar esa medida contra él debido a que actuó con "el completo apoyo y conocimiento" de sus superiores y que los pagos al detective que le ayudó, Glenn Mulcaire, fueron arreglados por otro periodistas.

Además, la comisión ha recibido otras pruebas escritas de dos exdirectivos de News Internacional que señalan que James Murdoch, delfín de su padre Rupert en el grupo y máximo responsable del conglomerado para Europa y Asia, conocía que los pinchazos eran generalizados.

Así lo ha adelantado el presidente del comité de Cultura de los Comunes, John Whittingdale, que ha desvelado que algunas de las informaciones a la que han tenido acceso entran en contradicción con lo que James Murdoch, director general de News Corporation, dijo en su comparecencia del pasado mes de julio.

"Cuando tengamos más información que estamos buscando creo que será muy probable que tengamos que confirmar estos puntos con James Murdoch", ha adelantado Whittingdale.

Posible nueva comparecencia del hijo de Murdoch

En su comparecencia ante los diez miembros de la comisión el pasado mes de julio James Murdoch declaró que no conocía un correo electrónico que mostraba que las escuchas telefónicas en el seno del News of the World no era cosa sola de un solo reportero sino que era una práctica generalizada.

Dos testigos clave han afirmado lo contrario: Cloin Muler, un antiguo redactor del periódico que ha acusado al periódico de realizar escuchas a gran escala durante la pasada década y Tom Crone, exdirector de asuntos jurídicos de News International, la división británica del imperio Murdoch.

Los dos, que han respondido por escrito a las preguntas de la comisión, aseguran que James Murdoch estaba en conocimiento del correo que denunciaba las prácticas generalizadas de pinchazos.

James Murdoch preside la plataforma BSkyB y es el responsable de las actividades en Europa y Asia del grupo.Sin embargo, la comisión considera poco probable que "en esta fase" sea de nuevo llamado Rupert Murdoch.

Las acusaciones de que los pinchazos estaban generalizados en el brazo británico de News Corporation, en particular que periodistas usaron a detectives para piratear el correo de voz de víctimas de asesinatos, desataron la indignación popular en Reino Unido, donde el tema acaparó titulares durante todo el mes de julio.

De hecho, la empresa se vió forzada a cerrar su tabloide dominical, News of the World, el más salpicado por los escándalos y con 168 años de historia, y abandonar su mayor operación en décadas, la compra de todas las acciones de la plataforma digital BSkyB.

También tuvo que aceptar la dimisión de la jefa de la división de prensa en Reino Unido, Rebekah Brooks, algo a lo que se resistió Murdoch en un principio.