Los primates comenzaron a tener uñas hace 55 millones de años
- Un estudio de fósiles sugiere que las uñas aparecieron en primates pequeños
- Este elemento servía a los animales para agarrarse mejor a los árboles
- Contradicen las teorías que ligan las uñas al incremento del tamaño
Los primates comenzaron a tener uñas hace 55 millones de años, y los primeros en tener este elemento en su cuerpo fueron los primates pequeños, según las conclusiones llevadas a cabo por un estudio.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Florida ha hallado pruebas fósiles que demuestran, en su opinión, que la aparición de las uñas en los primates no fue resultado de una evolución en el tamaño de los animales, como se creía hasta ahora.
Los paleontólogos estudiaron los fósiles de 25 ejemplares de Teilhardina brandti, una especie de primates pequeños, del tamaño de un lémur, que habitaron la Tierra hace 55 millones de años.
"Las uñas del Teilhardina son las más pequeñas jamás conocidas, ya sea de animales vivos o fósiles" asegura Ken Rose, responsable de la investigación. El estudio de estos fósiles supone la prueba más antigua de la existencia de las uñas en primates, según los científicos.
El análisis de estos restos dio como resultado la conclusión de que estos animales eran arborícoras, y las uñas les permitían agarrarse a las ramas y moverse por los árboles con facilidad, según las conclusiones publicadas en American journal of Physical Anthropology.
"Al encontrar las partes del esqueleto de este primate primitivo, pudimos comprobar que las uñas estaban presentes en el ancestro común del grupo, que incluye a lémures, monos y seres humanos. Se trata de una prueba directa, y no de mera especulación", afirma Jonathan Bloch, coautor del estudio
Los científicos también señalan que la aparición de las uñas permitió a los primates rascar y arañar con más eficiencia, y tener una parte de los dedos especialmente sensible al tacto.
Según los responsables del estudio, la investigación permite entender mejor el desarrollo de las uñas en todos los dedos de las extremidades superiores e inferiores, algo que es exclusivo de los primates.