Los líderes occidentales exigen la dimisión de Asad tras cinco meses de represión en Siria
- Obama ha exigido por primera vez públicamente su marcha
- Sarkozy, Merkel y Cameron también han hecho una declaración conjunta
- La UE y EE.UU. han anunciado sanciones más duras contra el régimen
Ver también:Ver también: Especial sobre las revueltas árabes
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El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha exigido por primera vez públicamente la marcha del presidente de Siria, Bachar al Asad, y ha anunciado sanciones más duras contra su régimen en respuesta a la represión contra los opositores.
En un comunicado distribuido por la Casa Blanca, Obama ha indicado que "hemos dicho continuamente que el presidente Al Asad debe encabezar una transición democrática o hacerse a un lado. No la ha encabezado. Por el bien del pueblo sirio, ha llegado el momento de que el presidente Asad se vaya".
Obama ha firmado, además, una orden ejecutiva que impone nuevas sanciones, más duras, contra el Gobierno sirio, incluida la congelación de todos sus bienes bajo jurisdicción estadounidense y la prohibición de importar petróleo o derivados de origen sirio. Los ciudadanos estadounidenses no podrán participar en transacciones en las que esté implicado o participe el régimen sirio y tampoco podrán operar o invertir en el país árabe.
Nuevas sanciones
La Unión Europea, por su parte, se ha sumado a la declaración de Washington, como estaba previsto, y ha pedido también a Asad que abandone el poder y ha confirmado que prepara nuevas sanciones contra el régimen.
"Las promesas de reforma del presidente han quedado sin credibilidad (...) La UE considera que Bachar al Asad ha perdido toda la legitimidad a los ojos del pueblo sirio y que es necesario que se vaya", ha señalado la Alta Representante, Catherine Ashton, en una declaración en nombre de los Veintisiete.
En un comunicado conjunto, Francia, Alemania y el Reino Unido han condenado "la sangrienta represión" que las autoridades sirias contra "pacíficos y valientes manifestantes" y han apoyado "nuevas sanciones europeas" contra el régimen.
Asimismo, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, han reiterado asimismo su denuncia contra las "violaciones masivas de los derechos humanos" tal y como también se ha pronunciado este mismo jueves la ONU que considera que hay indicios de crímenes contra la humanidad en la represión del régimen sirio.
Escepticimo ante el anuncio de Asad
La revuelta siria y la sangrienta represión de los manifestantes comenzó a finales de marzo en la ciudad de Derá y, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, ya han muerto al menos 2.000 civiles.
Pocos minutos después de las declaraciones de los líderes occidentales, la secretario de Estado norteamericana, Hillary Clinton, ha comparecido en televisión para hacerse eco del comunicado de Obama y reiterar que ningún régimen extranjero debe intervenir en el país árabe.
"Depende del pueblo sirio elegir a sus propios líderes en un sistema democrático basado en el Estado de Derecho y dedicado a proteger los derechos de todos sus ciudadanos, sin tener en cuenta su etnia, religión, secta o género", ha indicado Clinton.
Bruselas se muestra escéptica ante el supuesto fin de las operaciones militares contra los manifestantes anunciado por Al Asad, según ha dejado claro el portavoz comunitario de Exteriores, Michael Mann. "Obviamente, si la violencia contra la población se detiene estaremos muy contentos", ha declarado Mann, que ha recordado sin embargo que el régimen ya hizo promesas similares anteriormente que nunca se cumplieron.