El activista indio Anna Hazare abandona la cárcel e inicia su ayuno público contra la corrupción
- Miles de seguidores le acompañan en Nueva Delhi
- Continúa sus cuatro días de ayuno en prisión
- Exige una ley más dura contra la corrupción
El activista indio Anna Hazare ha iniciado este viernes su ayuno público contra la corrupción acompañado de miles de seguidores en Nueva Delhi.
Hazare ha abandonado a primera hora el penal de Tihar, en Nueva Delhi, donde se encontraba detenido desde el martes, y ha iniciado una marcha junto con sus partidarios hasta el parque público de la explanada de Ramlila, donde llevará a cabo su protesta.
Visiblemente debilitado por sus cuatro días de ayuno y ayudado por sus colaboradores, Hazare, un activista de 74 años inspirado en las ideas de Mahatma Gandhi, tiene previsto proseguir su campaña sin las limitaciones que las autoridades pretendían imponer en un primer momento.
En una breve alocución televisada, Hazare ha afirmado en hindi que sus seguidores son su "fortaleza", les ha pedido que no dañen los bienes públicos y que no importunen al resto de ciudadanos.
Un día más en prisión por voluntad propia
Los asistentes de Hazare habían anunciado en un primer momento que el septuagenario seguidor de Gandhi abandonaría la prisión este jueves por la tarde, pero luego pospusieron hasta este viernes su salida para dar tiempo a preparar el espacio en el que continuará su protesta.
Anna Hazare fue detenido el martes tras negarse a aceptar las condiciones que la Policía impuso a su protesta, e inició su ayuno ya en prisión acompañado por sus colaboradores, muchos de ellos activistas prominentes.
El objetivo de su movimiento es presionar por la aprobación de una ley anti-corrupción en el Parlamento indio, donde el Gobierno ha presentado un proyecto propio que ha concitado críticas porque excluye de su alcance al primer ministro y el poder judicial.
El arresto de Hazare ha desencadenado manifestaciones espontáneas contra la corrupción en los estratos político y administrativo, ancestral lacra del país, aunque sus oponentes critican que sus apoyos provengan sobre todo de la clase media.