El régimen sirio mata a tiros a 20 manifestantes pese a anunciar el fin de la represión
- Miles de personas vuelven a salir a la calle en un viernes de protestas
- Rusia mantiene su oposición a la salida de Asad
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Las fuerzas de seguridad sirias han matado a tiros a otros 20 manifestantes en un nuevo viernes de protestas pese al anuncio de su presidente, Bachar al Asad, de que la operación militar contra la oposición ha terminado entre llamamientos de los líderes occidentales para que dimita y la denuncia de la ONU de posibles crímenes contra la humanidad.
La mayoría de los muertos se han producido en la provincia de Deráa, al sur del país, el lugar donde se iniciaron las protestas a mediados del pasado mes de marzo.
Así, 18 personas han fallecido en la zona, de los que ocho lo hicieron en la localidad de Ghanagheb, entre ellas dos niños de 11 y 16 años, cinco en Hirak, cuatro en Inkhil y una en Nawa, según ha informado a Reuters el activista local Abdalá Aba Zaid, que ha detallado que decenas de personas han resultado heridas.
Además, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), ha añadido que dos personas han muerto en el distrito de Bab Amro, en la localidad de Homs.
"Bye-bye Bachar, nos vemos en La Haya", han coreado los manifestantes en esta ciudad, levantando sus zapatos en señal de desprecio.
"Queremos venganza contra Maher y Bachar", han añadido otros en referencia al poderoso hermano del presidente, al frente del ejército.
La oración del viernes ha desatado en los últimos meses masivas manifestaciones alrededor del país, lo que ha provocado frecuentes derramamientos de sangre.
Asad, que pertenece a la minoría aluí en un país mayoritariamente suní, le aseguró al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que las fuerzas de seguridad habían parado sus operaciones pero los activistas han denunciado que aún les siguen disparando.
Nuevas manifestaciones
"Quizá Bachar al Asad no ve a la Policía como fuerza de seguridad", ha ironizado un testigo en Hama, donde las fuerzas de seguridad dispararon pistolas a última hora del jueves para evitar una manifestación.
En respuesta, la agencia oficial Sana ha asegurado que un policía y un civil han muerto y otros dos policías han resutado heridos por ataques de "hombres armados" en la ciudad de Ghabagheb y que otros cuatro miembros de los servicios de seguridad resultaron heridos por ataques también de hombres armados en la ciudad de Ankel.
Sea como fuere, los sirios han salido de nuevo masivamente a la calle, según las cifras que maneja el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Así, 20.000 personas habrían salido a la calle en Homs, mientras que también habría habido manifestaciones de menor importancia en Deir Ezzor, en el este, Latakia y Banias, en el noroeste, varios barrios de Damasco y en las ciudades kurdas del nordeste de Qamichi y Amouda.
Estos datos, como los de las víctimas civiles, no se pueden confirmar por la prensa internacional al tener vetado su acceso al país.
Rusia considera que el presidente sirio, Bachar Al Asad, necesita más tiempo para sacar adelante las reformas democratizadoras del país, según ha declarado este viernes un funcionario del Ministerio ruso de Exteriores.
Presión en la ONU
Mientras, en el ámbito internacional la presión ha aumentado de forma considerable tras conocerse el informe de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, que presentó su contenido al Consejo de Seguridad el pasado jueves, donde pidió que el caso se remita al fiscal de la Corte Penal Internacional por indicios de crimes de guerra.
Francia, miembro permanente del Consejo, ya ha expresado que apoya la petición, que se encontraría con el previsible veto de Rusia, que ha rechazado los llamamientos a que Asad dimita entonados por los líderes occidentales encabezados por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
"No apoyamos estos llamamientos y consideramos que precisamente ahora hay que dar tiempo al régimen del presidente Asad para que pueda realizar las reformas declaradas", ha señalado a la agencia Interfax el funcionario del ministerio ruso de Exteriores.
La Cancillería rusa cree que el Gobierno de Siria ha avanzado bastante en el camino de la democratización al aprobar nuevas leyes, amnistiar a los presos políticos y declarar su disposición a celebrar elecciones generales a finales de este año.
Rusia insiste en la necesidad de buscar el diálogo entre todas las fuerzas políticas y sociales de Siria, entre Gobierno y oposición.
"En respuesta a los llamamientos de la sociedad internacional los sirios han manifestado su disposición a recibir una misión humanitaria, es decir, están preparados para cooperar con las Naciones Unidas y la sociedad internacional con el fin de resolver la situación", ha agregado la fuente de Interfax.
El Consejo de la Federación (Senado) de Rusia ha anunciado que una delegación de políticos rusos viajará en los próximos días a Siria.
Por su parte, la oposición al régimen de Al Asad ha anunciado este viernes la constitución de una coalición unificada, bautizada como "Instancia general de la revolución siria".
Su objetivo es "unificar la acción de los revolucionarios" para "contribuir a la caida del régimen y el establecimiento de un estado democrático". La coalición aúna a 44 grupos y comités de coordinación.