Enlaces accesibilidad

Un adolescente suicida mata a 41 peregrinos en una mezquita de Pakistán y hiere a otros 100

  • El ataque se ha producido en la oración del viernes cerca de la frontera afgana
  • El suicida ha explosionado una bomba en la sala principal de la mezquita
  • Es el más sangriento que se produce en el país desde la muerte de Bin Laden

Por
Atentado contra una mezquita a Pakistán

Un atentado de un adolescente suicida contra una congregación de peregrinos en la oración del viernes en una mezquita en Pakistán ha dejado al menos 51 muertos y 115 heridos, según han informado las autoridades locales, en el ataque más sangriento en el país desde que Estados Unidos mató a Osama Bin Laden.

El ataque, que no ha sido reivindicado se ha producido en la conflictiva región tribal del Jyber, cerca de la frontera con Afganistán, donde milicianos talibanes próximos a Al Qaeda tienen su feudo en los últimos años.

El número de víctimas podría aumentar aún más, ya que entre los heridos hay 25 en situación crítica, según una fuente oficial, donde tuvo lugar el ataque, perpetrado en pleno mes sagrado de Ramadán.

La bomba ha explotado en el momento en el que los fieles se congregaban en Jamrud, a 25 kilómetros de Peshawar, la principal ciudad del noroeste del país y a pocos kilómetros de la frontera afgana.

"Mucho de los heridos han muerto por sus heridas, aumentando los fallecidos que podrían crecer más porque aún hay gente en estado crítico", ha asegurado el administrador del gobierno en la región, Mutahir Zeb.

Zeb ha detallado que el ataque lo ha llevado a cabo un adolescente que se infiltró entre los peregrinos segundos después del final de la oración del viernes.

"Es un ataque suicida. El atacante llevaba entre 8 y 10 kilos de explosivos, que ha explosionado en la sala principal de la mezquita", ha añadido el jefe adjunto de la administración del distrito, Mumtaz Khalid Kundi, que ha cifrado en 117 los heridos.

Pista talibán

El interior de la mezquita y el jardín contiguo estaban cubiertos de sangre y llenos de restos humanos, según un periodista de Afp.

En la explosión se resquebrajaron los muros del edificio y se destruyeron casi todas sus ventanas y puertas, así como ventiladores de techo y el circuito eléctrico.

El ataque tuvo lugar en pleno mes del Ramadán, cuando los musulmanes observan el ayuno entre el amanecer y el atardecer.

La mezquita está localizada en un área habitada por la tribu de Kokikhel, opuesta a la actividad de los talibanes y que han estado luchando para expulsarles de su región.

"La explosión podría ser una reacción a eso", ha considerado Zeb.

Las zonas tribales paquistaníes son los bastiones de los rebeldes talibanes del país y los milicianos de Al Qaeda. En esas zonas es donde se concentra la presión de los ataques de los aviones no triuplados de Estados Unidos y del ejército paquistaní, aunque el número de atentados se ha reducido en 2011.

Buena parte de los ataques que se han producido en esa zona se han atribuido al Movimiento de los Talibanes de Pakistán, que declaró en 2007 la guerra santa al Gobierno por su alianza con los estadounidenses.

Muertos en Karachi

Este atentado se produce tras una sangrienta jornada en la ciudad de Karachi, la más poblada de Pakistán, donde al menos 24 personas han sido asesinadas en las últimas horas, lo que eleva a 64 los muertos en la localidad desde hace tres días, cuando estalló una nueva ola de violencia que se está extendiendo a varios barrios de la urbe, según ha informado una fuente policial.

Desde el pasado jueves se han sucedido tiroteos y episodios violentos y las autoridades están hallando cadáveres con señales de tortura en diferentes puntos de Karachi.

Según la fuente, algunos de los barrios más afectados son los de Badia, Saidabad y Liyari, este último feudo de bandas criminales conocido por su conflictividad.

Entre los fallecidos hay miembros de las etnias pastún y baluchi, cada vez más prominentes en Karachi, y de la mohayir, hablantes de urdu que llegaron de la India a Pakistán tras la partición del subcontinente en 1947 y que tienen el dominio tradicional de la ciudad.

La capital financiera de Pakistán es escenario de continuos asesinatos selectivos y de una guerra de grupos criminales ligados a siglas políticas.

Los principales actores políticos de la capital de la provincia sureña de Sindh son el gobernante Partido Popular (PPP), el Muttahida Quami Movement (MQM), ligado a los mohayires, y el Partido Nacionalista Awami (ANP), que defiende los intereses pastunes.

La pugna remite no solo al dominio sobre el nervio económico de Pakistán, en el que viven 18 millones de personas, sino al escenario político nacional, donde el MQM se ha distanciado y reconciliado varias veces con el PPP del presidente, Asif Alí Zardari.

Tan solo en julio, unas 300 personas perdieron la vida a causa de la violencia en Karachi, que acoge el edificio de la Bolsa y es considerado el motor económico del país