Irán condena a ocho años de cárcel a dos estadounidenses por espionaje y entrada ilegal
- Los condenados aseguran que hacían senderismo y se desorientaron
- Otra compañera está en libertad bajo fianza de 500.000 dólares
Dos estadounidenses han sido condenados a ocho años de cárcel acusados de espionaje y de entrada ilegal a Irán, según ha confirmado de forma oficial el fiscal general de Teherán, Abbas Yafari Doulat Abadi. Los condenados, Shane Bauer y Josh Fattal, aseguran que solo hacían senderismo y no pretendían entrar en Irán.
En declaraciones divulgadas por la agencia oficial de noticias iraní, IRNA, el fiscal ha agregado "según las leyes, los condenados tienen hasta 20 días para recurrir y que si no, la sentencia se considerará definitiva".
Este sábado el canal 6 de la televisión estatal iraní explicó, con una fuente anónima, que Shane Bauer y Josh Fattal fueron condenados a cinco años de cárcel por espiar para el servicio de inteligencia estadounidense y a otros tres por entrada ilegal en el país.
Masud Shafii, letrado que representa a Shane Bauer, Josh Fattal y Sarah Shourd, esta ultima en libertad provisional y en Estados Unidos, ha explicado que utilizará toda su capacidad jurídica y que tiene la "esperanza" de que la sentencia cambie.
La vista final del juicio contra Fattal, Bauer y Shourd se celebró el pasado 31 de julio y la sentencia, según la ley, se debía haber hecho pública antes del 7 de agosto último.
El pasado 6 de agosto, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Ali Akbar Salehi, mostró su esperanza de que el juicio de Fattal y Bauer llevara a su liberación y agregó que la justicia iraní había seguido el caso de forma "justa".
Al mismo tiempo, Salehi pidió "la liberación de los iraníes detenidos en EEUU", de los que citó por su nombre a Shahrzad Mir Gholi Khani, acusada de espionaje por las autoridades de Washington.
Los tres estadounidenses, Josh Fattal y Shane Bauer, ambos de 28 años, y Sarah Shourd, de 32, fueron detenidos cuando, según afirman, hacían senderismo en una zona montañosa del Kurdistán iraquí donde la frontera entre Irán e Irak es difusa.
Shorud, que ha alegado motivos médicos para no regresar al juicio en Irán, fue puesta en libertad bajo fianza de 500.000 dólares el pasado mes de septiembre, por razones de salud y humanitarias, mientras que sus dos compañeros permanecen en una cárcel de Teherán.
Los tres acusados se habían declarado inocentes y habían pedido la absolución. Según ellos, en ningún momento tuvieron intención de entrar en territorio iraní y todo fue fruto de una confusión después de que se desorientasen y erraran su camino.
"Esto es Irán"
Shourd explicó a la prensa estadounidense el pasado noviembre que, en realidad, no penetraron en Irán hasta que unos policías iraníes les hicieron un gesto para que se aproximaran a donde ellos estaban. Según su relato, les dijeron "esto es Irán", antes de señalar la carretera donde se hallaban previamente y decirles: "eso es Irak", momento en que procedieron a arrestarlos.
La línea divisoria entre los dos países en la zona del Kurdistán no está suficientemente delimitada desde la guerra que ambas naciones libraron entre 1980 y 1988.
El juicio se enmarca en las hostiles relaciones que mantienen Irán y Estados Unidos, que rompieron sus lazos diplomáticos tras el triunfo en 1979 de la revolución que expulsó al último Sha de Persia, Mohamad Reza Pahleví, e instauró la República Islámica.