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"Nadie me mueve esta noche de la vigilia de Cuatro Vientos, solo Dios puede hacerlo"

  • Los peregrinos pasan la noche en el aeródromo de Cuatro Vientos
  • Esperan a la misa que Benedicto XVI oficiará este domingo en ese lugar

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Una tormenta obliga a suspender el discurso del papa en la vigilia

Cantando, bailando, durmiendo, o en las capillas de adoración. Así han pasado los peregrinos la noche en Cuatro Vientos después de una vigilia de oración con el papa pasada por agua, debido a una tormenta de verano que comenzó poco después de las 21.30 horas. 

Muchos abandonaban el aeródromo al concluir el acto de oración con Benedicto XVI, pero otros muchos han permanecido allí toda la noche preparados para escuchar la misa que el sumo pontífice oficiará este domingo en ese mismo lugar, en el que será el acto de clausura de esta Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se celebra en Madrid desde el pasado martes.

Algunos de los que se han quedado en Cuatro Vientos se replegaban en torno a sus tiendas de campaña para charlar en grupo, cenar algo o dormir. Pero no ha faltado tampoco el ambiente festivo por parte de un grupo numeroso de pregrinos, más animados, que cantaban y bailaban al ritmo de guitarras y tambores en las proximidades de una de las salidas del recinto.

Otros peregrinos han preferido pasar la noche visitando alguna de las 30 capillas de adoración eucarística repartidas por todo el aeródromo.

Yuraima Martínez es una de los participantes de la JMJ que ha decidido pasar la noche en Cuatro Vientos. "Me quedo hasta la misa de mañana. De aquí no me mueve nadie. Solo Dios puede hacerlo", ha comentado a RTVE.es.

Esta venezolana, que ha calificado la vigilia de oración con el papa de "emocionante y divertida", considera que su presencia esta noche en el aeródromo demuestra su firmeza en la fe. "El gran número de personas que permanece aquí, a pesar de las malas condiciones climatológicas —primero por el calor y después por la lluvia— está demostrando que es firme en la fe".

El Samur atendía a más de 1.500 personas por golpes de calor a lo largo de la jornada. 

Javi, Raquel y Cándido son otros tres peregrinos. Ellos vienen de Murcia y están en Cuatro Vientos desde este sábado a mediodía, donde permanecerán hasta la misa de este domingo, donde el papa desvelará el nombre de la ciudad que acogerá la próxima edición de la JMJ (previsiblemente Río de Janeiro).

Quedarse aquí esta noche es un sacrificio por el Señor

"Quedarse esta noche aquí es un sacrificio por el Señor que merece la pena, así también aportamos nuestro granito de arena a toda la familia de cristianos que sigue aquí, explica uno de ellos.

Estos tres murcianos se consideran afortunados porque dicen: "Estamos viviendo una oportunidad única que echaremos de menos y que recordaremos como un privilegio". 

Afortunadas se sienten también cuatro sevillanas de 18 y 19 años con las que ha podido hablar RTVE.es. Aunque la anterior edición de la JMJ, celebrada en Sydney en 2008, pudieron seguirla desde un encuentro juvenil paralelo celebrado en la aldea onubense del El Rocío, es la primera vez que participan en estas jornadas en vivo y en directo

"La vigilia consiste en convivir con personas que más o menos conocen tus inquietudes sin conocerte a ti", apunta una de ellas, que añade que "se trata de una experiencia muy bonita".

Cuatro vientos se queda pequeño

La cara más amarga de la vigilia de oración con el papa la protagonizaban a última hora de la tarde del sábado todos aquellos peregrinos que, teniendo derecho a una plaza dentro del aeródromo, tenían que quedarse fuera porque el lugar se quedaba pequeño.

Es el caso de Carmen, una madrileña, que ante la imposibilidad de acceder al recinto decidía irse a una explanada situada en la parte trasera del aeródromo, desde la que poco se podía ver de la ceremonia.

Se trata de una zona de entrada libre, es decir, para todos aquellos que no tuvieran el pase de peregrino y que estaba separada por vallas del recinto donde se ha celebrado el encuentro con el papa.

No me importa haberme quedado fuera

"No me importa haberme quedado fuera, estoy dispuesta quedarme toda la noche aquí", comentaba Carmen.

La organización comenzó a cortar los accesos al aeródromo poco después de las 20.30 horas del sábado y muchos peregrinos comenzaron a ocupar las zonas aledañas.

Incluso dentro del recinto se vivían pequeños rifirrafes entre asistentes que intentaban conseguir un sitio. Así lo ha confirmado a RTVE.es uno de ellos que ha explicado que, al parecer, "se han inscrito más peregrinos que sitios disponibles había".