El "Pentágono" de Gadafi en Trípoli
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- El complejo de Bab al Aziziyah es la sede del poder político de Gadafi
- Desde la base, las tropas del dictador tratan de crear una zona leal
- Su pérdida sería el golpe moral definitivo para los leales al dictador
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El complejo fortificado de Bab al Aziziyah en Trípoli es la sede del poder político de Muamar el Gadafi y la principal base desde la que los combatientes leales al régimen están tratando de salvar un Gobierno que parece estar sentenciado. Por ello, con el dictador en paradero desconocido, el campamento se ha convertido en el objetivo de intensos bombardeos por parte de los rebeldes y la OTAN.
Desde que los rebeldes entraron en la capital este fin de semana para consumar su victoria sobre los gadafistas, las tropas del dictador han tratado de utilizar el bastión de Bab al Aziziyah como un trampolín desde el que labrarse una zona leal y socavar a control de los sublevados en los barrios colindantes.
El campamento, asentado sobre una red de túneles y búnkeres de hasta 30 kilómetros de largo que conducen a los distritos adyacentes e incluso con una vía subterránea a la costa, no es la única ventaja con la que cuenta el Ejército. Los combatientes de Gadafi tienen un conocimiento más profundo de la capital y un mayor grado de entrenamiento militar que los guerrilleros.
"Este es el Pentágono de Gadafi", ha afirmado Noman Benotman, un analista del grupo de expertos británico Quilliam y excomandante de la oposición islamista libia.
El escenario de la batalla final
Benotman, además, ha confirmado que los túneles del complejo se bifurcan en los barrios vecinos desde los que las tropas tienen acceso a suministros valiosos.
"Desde la base de Bab al Aziziyah, las fuerzas de Gadafi quiere sembrar el caos dentro de Trípoli y dividirla en milicias rivales, al igual que Beirut en la guerra civil libanesa", ha señalado Benotman, que también es un socio del exjefe de inteligencia libio, Musa Kusa.
"Al enviar un mensaje de que 'no habrá paz sin nosotros' su objetivo es obligar a que se le le incluya en las negociaciones políticas", opina.
Sede del poder de Gadafi durante muchos años, así como su principal residencia en Trípoli, el cuartel de Bab al Aziziyah podría ser el escenario de la batalla final de la guerra libia. Incluso si Gadafi no está ahí, su pérdida inflligirá una derrota simbólica potencialmente paralizante.
Si Gadafi está en los seis kilómetros cuadrados de la base, ubicada al sur de Trípoli y en el extremo norte de la autopista del aeropuerto, hay más posibilidades de que se encuentre en alguno de los túneles que en una sala fortificada de la superficie.
El complejo ha sido a menudo blanco de bombardeos de la OTAN, pero sigue siendo defendido por tanques y francotiradores, lo que sugiere que Gaddafi o por lo menos alguno de sus colaboradores clave está cerca.
Bombardear los muros del complejo desde el aire
La cadena de televisión Al Arabiya ha informado de que las fuerzas rebeldes han atacado las puertas del recinto este martes, mientras aviones de la OTAN han sobrevolado la zona. Según Sky Televisión, se divisan columnas de humo procedentes de la base.
El interior del complejo está salpicado de tiendas, edificios de viviendas, campamentos de seguridad y los restos de cráteres de una casa bombardeada por EE.UU. en 1986 y que todavía se mantiene en ruinas como un monumento. Un centro de comunicaciones, atacado hace meses por la OTAN, se asienta en una parcela contigua.
Umar al Hariri, un militar del Consejo Nacional de Transición, declaró en junio al periódico Al Sarq al Ausat que para que tanto los combatientes rebeldes como la OTAN puedan atacar el complejo, es importante abrir una brecha en los muros de un metro de espesor y solo así se tendrá acceso a los túneles. La altura del reciento es de cuatro metros.
"Conocí a personal de la OTAN una vez y les dije que lo más importante es bombardear los muros de Bab al Aziziyah, porque su grosor es de un metro y no puede ser penetrado por un tanque o un arma de fuego. Tiene que haber una penetración desde el aire", explicó entonces.
Construido en la época del rey Idris, derrocado en 1969 por un golpe de Estado que llevo a Gadafi al poder, el complejo fue reforzado en la década de 1980 por una serie de contratistas extranjeros.
Según los analistas, los servicios de inteligencia occidentales han tratado de encontrar a alguna de las empresas que ayudaron a construir los túneles para aprender cómo atacar el compuesto, una información que a medida que pasan las horas se hace más valiosa.