Un niño de 13 años crea un sistema que mejora la energía solar en un 20% gracias a Fibonacci
- Ha creado un diseño de paneles fotovoltaicos basados en patrones de ramas
- Los patrones responden a la secuencia de Fibonacci
- Este sistema aumenta el tiempo de exposición al Sol en dos horas y media
La energía solar puede entrar en plena revolución después de que un niño de 13 años descubriese cómo mejorar la eficiencia de los paneles solares aplicando la famosa sucesión numérica de Fibonacci.
La historia de cómo Aidan Dwyer, que aún está en el instituto, ha conseguido crear un sistema que mejora las actuales técnicas para conseguir energía a través del Sol es más propia de una película de cine que de la realidad.
Aidan paseaba por los bosques del estado de Nueva York cuando se percató de los patrones en espiral que presentaban las hojas en las ramas de los árboles. Tomó unas fotografías de estas espirales, y al analizarlas en su casa se percató de que respondían a la sucesión numérica de Fibonacci.
Al preguntarse por la razón de estos patrones en la ramas de los árboles, Alain pensó que podía estar relacionado con la cantidad de luz solar que recibían las plantas.
Para comprobar su teoría construyó dos paneles con células fotovoltaicas. El primero con la forma plana de los actuales paneles, y el otro con un nuevo diseño basado en los patrones de las ramas, según informa el portal ciencias.es.
Hasta un 50% más eficiente
Cuando comparó los resultados de ambos paneles solares descubrió que el nuevo diseño superaba la eficiencia del antiguo en más de un 20% como media. Además el tiempo de exposición al Sol aumentaba dos horas y media cada día.
"Los resultados más interesantes se produjeron en diciembre, cuando el Sol estaba en su posición más baja en el cielo. El diseño en forma de árbol produjo un 50% más de electricidad, y el tiempo de recolección fue un 50% superior", asegura Aidan en su artículo publicado en la web del museo de Historia Natural.
En las plantas de energía solar se utilizan paneles planos que recogen la luz del Sol. Pero el astro no se queda quieto en el cielo, sino que se mueve constantemente, con lo que los paneles pierden eficiencia. Algunos sistemas utilizan paneles móviles para recoger mejor la luz, pero supone un gasto de energía.
"La evolución eligió la secuencia de Fibonacci para ayudar a los árboles a seguir el movimiento del Sol en el cielo y recoger la mayor cantidad de luz, incluso en los bosques más tupidos", afirma el niño.
“La evolución eligió la secuencia de Fibonacci para recoger la mayor cantidad de luz“
Sin embargo, a pesar de que las conclusiones del estudio de Aidan pueden ayudar a mejorar la energía solar, él mismo reconoce que aún hay muchos interrogantes acerca de la secuencia de Fibonacci que quedan por resolver.
"¿Por qué hay diferentes patrones de Fibonacci en los árboles? ¿Es un patrón más eficiente que otro? Se necesitan más pruebas con otros tipos de árboles" se pregunta.
La sucesión de Fibonacci
La sucesión de Fibonacci es una serie numérica que se obtiene mediante la suma de los dos anteriores números. De este modo obtenemos que la secuencia es: 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21...
Cuando se dividen un número de la secuencia entre su predecesor, el resultado se aproxima al número áureo, una cifra que ha sido denominada como 'el número de Dios'.
Cuanto más elevado son los números de la secuencia que se relacionan, con más exactitud se llega hasta el número áureo, que a igual que 'pi' tiene infinitos decimales.
Gráficamente, el número áureo y la secuencia de Fibonacci se dibujan como una espiral logarítmica. En la naturaleza podemos encontrar estas espirales en numerosos ejemplos como la disposición en los pétalos de las flores, en las espirales de una piña o en las conchas de los caracoles.