Descubren estrellas tan frías como un humano

• Las enanas marrones de tipo Y tienen una temperatura de 36 grados
• La sonda WISE de la NASA ha descubierto seis de estas estrellas
• Estos objetos se encuentran a solo 40 años luz del Sol

Recreación artística de una enana marrón de tipo Y, una estrella cuya temperatura es la misma que la de un ser humano, 36 grados

La NASA ha descubierto el grupo de estrellas más frías que se conoce, con una temperatura igual a la del cuerpo humano, 36 grados.

La sonda WISE, de la agencia espacial norteamericana, ha localizado seis enanas marrones cerca de nuestro Sol cuya temperatura es la más fría registrada hasta el momento, tratándose de estrellas.

Las enanas marrones, de tipo Y, se encuentran a una distancia que varía entre los 9 y los 40 años luz desde el Sol, una distancia astronómica relativamente corta.

Este descubrimiento se ha realizado mientras la sonda WISE escudriñaba el cielo en busca de nuevas estrellas. En su búsqueda por las zonas cercanas al Sol, la visión infrarroja del WISE ha descubierto 100 nuevas enanas marrones.

Una vez la sonda hubo localizado las posibles estrellas, los científicos se sirvieron del telescopio Splitzer para confirmar que efectivamente se trataba de enanas marrones y medir su temperatura.

Los científicos descubrieron entonces que seis de las estrellas descubiertas tenían una temperatura apenas superior a la del cuerpo humano. El récord de temperatura de una de estas enanas marrones alcanzó los 25 grados, según informa la NASA.

Estrellas fallidas

Las enanas marrones son un tipo de 'estrellas fallidas' que no superan la masa necesaria para producir la combustión de hidrógeno en su núcleo, necesaria para producir calor y brillo, como hacen las estrellas.

Los astrónomos utilizan estos astros para comprender cómo se forman las estrellas y conocer las atmósferas de los exoplanetas, ya que las atmósferas de las enanas marrones son similares a la de los gigantes gaseosos.

Los exoplanetas son difíciles de localizar y analizar, ya que se encuentran orbitando una estrella, y la luz y el calor de su sol puede complicar la lectura de los datos, pero las enanas marrones no presentan ese problema al ser analizadas.