Los periodistas italianos liberados en Trípoli: "Pensábamos que ibamos a morir"

• Estaban retenidos en un apartamento en Trípoli
• Las circunstancias de la liberación no están claras
• Han podido hablar con sus familias y se encuentran bien

"Estoy vivo y libre. Ahora estoy bien, pero hasta hace una hora pensaba que iba a morir". Así ha explicado Domenico Quirico, enviado especial del diario turinés La Stampa, las horas de angustia vividas por él y otros tres periodistas italianos, poco después de ser liberado.

Monici, los enviados especiales del diario milanés Corriere della Sera, Elisabetta Rosaspina y Giuseppe Sarcina, y el periodista Claudi Monici de Avvenire, el rotativo de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) , fueron secuestrados este miércoles cerca de la Plaza Verde de Trípoli, pero ya han sido liberados, según ha confirmado el Ministerio de Exteriores Italiano.

Los informadores se encontraban retenidos en un apartamento en Trípoli. Según algunas fuentes, dos hombres han irrumpido en el lugar y han liberado a los periodistas. Sus captores, al parecer, habían huído durante la noche.

Monici ha explicado que los secuestradores eran "muy agresivos". Los milicianos les sacaron del coche a patadas, les robaron todo el  material, les golpearon repetidamente y después dispararon al conductor  del vehículo en el que viajaban delante de ellos.

“Rezaba antes de que le disparasen“

"Rezaba antes de que le disparasen.  Era un amigo, una buena persona.  Pienso en la familia en los seres queridos de este hombre que ha perdido  la vida por llevar en su coche a unos periodistas", ha explicado Monici al  relatar el asesinato del conductor.

Retenidos en un apartamento

Posteriormente fueron encerrados durante varias horas en el garaje de  una casa,  y después trasladados a otro apartamento, han los  periodistas italianos.

Sarcina, por su parte, ha explicado que en la casa donde fueron trasladados había personas fieles a Gadafi que les trataron bien.

El enviado de Corriere della Sera ha afirmado que los secuestradores no eran "ni civiles, ni militares, ya que no tenían uniforme sino mas bien milicianos" y que fueron dos jóvenes, siempre cercanos a las fuerzas que defienden el régimen del coronel, quienes les liberaron.

Los cuatro periodistas se encuentran ya en uno de los hoteles en el que se aloja la prensa internacional y han podido hablar con sus familias, con sus diarios y relatar el secuestro a otros medios de comunicación.