EE.UU. reconoce que 83 guatemaltecos pudieron morir por sus experimentos médicos "sin ética"
- La comisión creasa por Obama denuncia el encubrimiento de los científicos
- Los cinco supervivientes en Guatemala se someterán a pruebas médicas
Los experimentos ilegales que científicos de Estados Unidos realizaron en Guatemala entre 1946 y 1948, con la inoculación de sífilis y gonorrea a miles de personas, dejaron al menos 83 muertos, según ha revelado una comisión especial puesta en marcha por el presidente estadounidense, Barack Obama.
De las 5.500 personas que se sometieron a esos experimentos, "pensamos que 83" murieron, ha declarado Stephen Hauser, un miembro de la comisión.
Hauser, científico de la Universidad de California en San Francisco, aclara que no se sabe con certeza cuántas de las 83 víctimas fallecieron debido a los experimentos, aunque subraya que "hubo un esfuerzo claro y deliberado de engañar" a los sujetos del ensayo clínico ilegal en Guatemala.
Capítulo oscuro de la historia de Estados Unidos
Según Hauser, aproximadamente 5.500 individuos participaron en los experimentos, poco más de 1.300 fueron expuestos a las enfermedades venéreas, mediante contacto directo con personas infectadas o inoculación, y de ellos, menos de 700 recibieron "algún tipo de tratamiento".
Los experimentos, financiados entonces por los Institutos Nacionales de Salud (NIH), representan un "capítulo oscuro" de la historia de Estados Unidos, y "lo mejor que podemos hacer como estadounidenses es sacarlos a la luz", ha explicado por su parte la presidenta de la Comisión, Amy Gutmann.
La comisión, creada por el presidente, Barack Obama, tiene la misión de investigar a fondo el por qué de los experimentos en Guatemala y determinar si las autoridades tienen ahora suficientes salvaguardas para proteger a sujetos humanos en estudios científicos financiados por el Gobierno federal.
Estados Unidos pidió perdón por los experimentos que infectaron intencionadamente a guatemaltecos y subrayó que se produjeron "sin su consentimiento y autorización".
Análisis a los supervivientes
Por su parte, el Gobierno de Guatemala ha informado de que los cinco supervivientes de los experimentos serán sometidos a análisis clínicos para determinar las consecuencias de los mismos para ellos y sus familias.
El vicepresidente de Guatemala, Rafael Espada, ha hecho el anuncio después de saber el dictamen de la comisión presidencial estadounidense, que también ha denunciado que los científicos que los realizaron sabían que violaban las normas éticas pero hicieron lo posible por ocultarlo.
Respecto al informe oficial estadounidense, Espada ha señalado que el Gobierno guatemalteco se pronunciará después de que el mismo sea analizado por las autoridades nacionales, sin más precisiones.
Espada ha apuntado a los periodistas que a los cinco guatemaltecos supervivientes, que en actualidad tienen entre 84 y 85 años, y a sus familias, "se les harán pruebas médicas" para determinar si los experimentos ilegales a los que fueron sometidos tuvieron "consecuencias".
Los cinco hombres han sido reunidos por los investigadores guatemaltecos que integran la comisión presidencial constituida en el país centroamericano para determinar qué fue lo que realmente ocurrió y quiénes fueron los responsables de los experimentos.
Los análisis clínicos serán realizados en el hospital público Roosvelt, el mayor del país, y los resultados serán dados a conocer en octubre próximo junto al informe final que emitirá la comisión investigadora, nombrada por el presidente guatemalteco, Álvaro Colom, ha precisado Espada.
El vicepresidente, quien preside esa comisión presidencial, no ha determinado si los cinco supervivientes y sus familias podrían ser indemnizados.