La posible implicación directa de Sarkozy en el caso Bettencourt sacude la política francesa
- La exjuez del caso dice que un testigo le vio recibir dinero en metálico
- Se lo habría dado Liliane Bettencourt, anciana heredera de L'Oréal
- Un próximo al presidente fue investigado por trato fiscal de favor a la heredera
- La líder socialista pide que se abra una investigación y el Elíseo lo niega todo
El conocido como "caso Bettencourt" ha tomado una dimensión política de primera magnitud después de que la juez que lo instruyó en sus inicios haya declarado que un testigo clave vio a Nicolás Sarkozy recibir dinero negro en metálico durante su campaña electoral en 2007.
La revelación aparece en un libro titulado Sarko me mató que se publica el próximo jueves y en el que dos periodistas de Le Monde, Gerard Davet y Fabrice Lhomme, hablan con personalidades que de alguna manera se sienten víctimas del presidente francés, fundamentalmente políticos, magistrados y altos funcionarios.
Una de ellos es la juez Isabelle Prévost-Desprez, que inicialmente investigó el escándalo político-financiero relacionado con la multimillonaria Liliane Bettencourt, que asegura que un testigo del caso relacionado con la máxima accionista de L'Oréal vio a Sarkozy recibir sobres con dinero en efectivo de parte de la anciana.
Este dato es importante porque posteriormense se investigó si el Gobierno de Sarkozy dió un trato fiscal de favor a la heredera.
Los hechos denunciados se remiten a 2007, cuando Sarkozy se encontraba en la campaña electoral para llegar al Elíseo. La tesorería de ésta la gestionaba el que después sería ministro de Presupuesto, Eric Woerth.
Woeth salió del Gobierno después de que media docena de investigaciones apuntasen a un presunto trato fiscal ventajoso para Liliene Bettencourt, cuya fortuna gestionaba, entre otros, la propia esposa del ministro.
Presiones y miedos
La magistrada, que dejó el caso en otoño de 2011 y que es la vicepresidenta del tribunal de Nanterre, denuncia en el libro la presión del poder político ejercida sobre ella a través del fiscal Philippe Courroye, un estrecho colaborador del presidente galo.
Isabelle Prévost-Desprez también ha mencionado el testimonio de la enfermera de la heredera de L'Oréal, quien habría dicho a su secretario: "He visto la transferencia de efectivo a Sarkozy, pero yo no lo podría decir en un juicio oral".
En este sentido, la magistrada confiesa estar "impresionada" por el "temor" de los testigos a hablar de Sarkozy en un juicio oral.
Las declaraciones de la juez se haceo eco de las de Claire Thibout, la contable anterior de Bettencourt, que describe en el libro cómo la policía a petición del fiscal de Nanterre trató de conseguir que no se publicasen sus declaraciones en la página web Mediapart en julio de 2010, en las que señaló a Nicolas Sarkozy como posible destinatario de los sobres de dinero en efectivo.
Petición socialista
Ante estas revelaciones la primera secretaria del Partido Socialista (PS) francés, Martine Aubry, ha pedido que se abra una nueva investigación sobre el "caso Bettencourt".
"Pienso que actualmente, o lo espero en todo caso, se va a abrir una nueva investigación. Es lo que pasa normalmente en un país donde la justicia es independiente y libre. Cuando una alegación está en la plaza pública, se debe tener lugar una nueva investigación", ha declarado Aubry en "BMF TV".
La candidata a las elecciones primarias del PS en las que se decidirá quien representará a esta formación en las Presidenciales del próximo otoño ha agregado que no comprende que la juez no le haya comunicado eso al propio fiscal, aunque conoce "las presiones a las que ha estado sometida y de las que se ha quejado".
La información ha sido desmentida tajantemente por el Palacio del Elíseo, que señaló que se trata de "alegaciones escandalosas, infundadas y falsas", según France Info.