Un rinoceronte lanudo tibetano replantea los orígenes de esta especie
- Paleontólogos descubren los restos de un rinoceronte lanudo en el Tíbet
- Demuestra que esos animales son anteriores a la Edad de Hielo
- Su adaptación al frío les permitio expandirse durante la glaciación
Los restos fósiles de un rinoceronte lanudo (Coelodonta antiquiatis) descubierto en el Tíbet han confirmado que los miembros de esta especie fueron unos de los primeros animales gigantes del Pleistoceno, lo que hoy se conoce como megafauna.
Los fósiles, descubiertos por los paleontólogos Xiaoming Wang, del Museo de Historia Natural de Los Ángeles, y Qiang Li, de la Academia de Ciencias Chinas, fueron hallados en la cordillera del Himalaya, a unos 4.000 metros de altura.
Se trata del esqueleto completo de un rinoceronte y el cráneo de otro. Además, los investigadores también han encontrado los restos de más de 26 especies extintas en el mismo yacimiento.
“Los rinocerontes lanudos eran parte de la fauna lanuda. Estos animales ocupaban lo que hoy es el norte de Eurasia, incluyendo parte de Siberia y el norte de Europa. Lo que hoy conocemos como las estepas de los mamuts”, explica Xiaoming Wang en declaraciones a RTVE.es.
La estepa de los mamuts es el nombre que hoy se le da a las regiones de la tundra del norte de Europa y Asia donde habitaba la megafauna del Pleistoceno, como los mamuts, los rinocerontes lanudos, los dientes de sable o los osos cavernarios.
“Cuando llegó la Edad de Hielo, los rinocerontes descendieron de las mesetas y se expandieron por la estepa de los mamuts“
“Nuestra investigación demuestra que los rinocerontes lanudos se originaron en el Tíbet antes de que comenzase la Edad de Hielo. Los antiguos rinocerontes descendieron de las altas mesetas cuando comenzó la Edad de Hielo, hace 2.6 millones de años”, afirma Wang.
El fósil descubierto por el equipo de Wang, que será expuesto en el Museo de Historia Natural de Los Ángeles, tiene una edad aproximada de 3.6 millones de años, un millón de años más antiguo que sus descendientes de la Edad de Hielo, según describen os investigadores en su artículo en Science.
Las regiones remotas, un filón para la paleontología
Además el hecho de haberse descubierto en el Tíbet, abre nuevas vías de investigación para los paleontólogos, que ven en estas regiones remotas un filón para sus excavaciones.
“Lugares fríos, como el Tíbet, el Ártico o la Antártida, serán los lugares donde se realicen los descubrimientos más inesperados en el futuro. Estas son las fronteras que aún permanecen sin explorar”, afirma Wang.
Sin embargo, a pesar del posible valor paleontológico del yacimiento, los investigadores tienen que sufrir las inclemencias inherentes al lugar.
“Es una zona de mucha altitud, por lo que hay problemas para respirar, remota, así que cuesta llegar varios días hasta ahí, y además hay otras barreras, como obtener los permisos necesarios para excavar ahí”, confiesa el científico.
Adaptados al frío
Los rinocerontes lanudos pudieron adaptarse sin problema a la Edad de Hielo gracias a las características que les ayudaban a sobrevivir en las mesetas del Himalaya, entre ellas su cuerno plano.
“Los rinocerontes podían usar sus cuernos para encontrar hierba bajo las capas de nieve. Es una adaptación propia de lugares fríos. Las gruesas capas de nieve son un problema para los actuales herbívoros del Tíbet”, explica Wang.
Con este descubrimiento, los rinocerontes lanudos se confirman como uno de los antiguos antecesores de la actual fauna del Tíbet, como los yak