Suspicacias por la presencia entre los dirigentes libios de un antiguo militante islamista
- Se trata de Abdelhakim Belhaj, jefe militar de Trípoli
- Belhaj formó parte de un grupo armado islamista
- Los rebeldes niegan la infiltración de Al Qaeda
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Los rebeldes libios, que luchan aún por derrotar a los gadafistas en varias ciudades, han hecho hincapié este jueves en su adhesión a un islam moderado y descartan que grupos como Al Qaeda se hayan infiltrado entre sus militantes.
"Yo no excluyo la presencia entre los combatientes de algunos elementos extremistas, pero no podemos hablar de grupos como Al Qaeda" como los que operan en Afganistán y Yemen, ha declarado el jefe del Estado Mayor adjunto de la rebelión, general Mahmoud Slimane.
"No existe en Libia, con su sociedad moderada e incluyente, el riesgo de aparición de grupos extremistas. Y en cualquier caso, se someterá al veredicto de las urnas", ha añadido.
Los dirigentes de la oposición intentan salir al paso de la preocupación que ha provocado en algunos gobiernos extranjeros la figura de uno de sus jefes militares: Abdelhakim Belhaj, jefe militar de Trípoli, cuyos hombres irrumpieron el 23 de agosto en el complejo presidencial de Bab al-Aziziya.
La cadena de televisión catarí Al Yazira le presentó ese día (en su edición en árabe) llamándole "jeque" (shayj). Belhaj se arrogó entonces la dirección de la operación que expulsó de la capital al "tirano Gadafi".
De acuerdo con la BBC, Abdelhakim Belhaj fue uno de los fundadores del Grupo Islámico Combatiente (GIC) libio, supuestamente cercano a Al Qaeda, y que intento al menos en dos ocasiones matar a Gadafi.
Belhaj fue arrestado en el extranjero y entregado a Libia en 2004. Estuvo encarcelado en la prisión de Abu Salim, en Trípoli, hasta que quedó en libertado en 2010 dentro de una amnistía promovida por Saif al Islam Gadafi.
Un portavoz militar rebelde, el coronel Ahmed Omar Bani, ha negado las acusaciones. "Adbelhakim Belhadj encabeza el consejo militar de Trípoli. Él comparte el sueño de todo revolucionario de Libia, el de construir un país democrático", ha declarado en una conferencia de prensa en Bengasi.
"Somos musulmanes moderados. Aquellos que creen que existen grupos terroristas y fundamentalistas en Libia no están en sintonía con la realidad", ha subrayado.
Francia afirma que no hay peligro
Francia también ha rechazado la posibilidad de vínculos entre Adbelhakim Belhadj y los islamistas cercanos a Al-Qaeda. "No tenemos esa preocupación. Resulta que el jefe de Estado mayor de la jefatura del Estado (Benoit Puga) le ha conocido hace poco y se ha formado una opinón personal que no se corresponde en absoluto con estos cargos", ha declarado una fuente de la presidencia francesa a AFP.
"Es normal que en las fuerzas de liberación libias haya diferentes sensibilidades. Hay, como es normal, musulmanes practicantes, como el presidente (del CNT) Mustafá Abdeljalil, pero ciertamente no se le puede calificar de islamista", ha añadido dicha fuente.
"Puede haber grupos pequeños, pero estamos seguros de que no representan una amenaza ni una sensibilidad importante del pueblo libio", ha insistido. Esta fuente citada por AFP ha recordado que el plan para la transición del CNT prevé la protección de las libertades civiles y la libertad de culto.
En su sermón de la oración del Eid el-Fitr (fin del mes del Ramadán) el miércoles en Trípoli, el imam también instó a la moderación: "Rechazamos las declaraciones de Gaddafi sobre una amenaza de Al Qaeda (...) Somos una nación musulmana, suní y coránica".