Llamazares veta el acuerdo de PP y PSOE con CiU
- Se ha opuesto a las enmiendas transaccionales acordadas
- Un solo diputado puede impedir su tramitación
- CiU no ha participado finalmente en la votación de la reforma
Enlaces relacionados
El portavoz de IU, Gaspar Llamazares, ha vetado el acuerdo del PSOE y PP con CiU sobre la reforma Constitucional, al impedir la votación de dos enmiendas transaccionales que los dos grupos mayoritarios habían presentado a tres enmiendas de CiU.
Cuando Llamazares anunció su veto, el portavoz de CiU pidió que IU dijese si su posición era "personal" o representaba a todo el grupo parlamentario, pero el presidente de la Cámara Baja, José Bono, le dijo que "basta" con que "un solo diputado" lo pida para que una transaccional no pueda votarse.
Tras el rechazo a la segunda enmienda transaccional, por parte del diputado de IU, los diputados de PP y PSOE han increpado a Llamazares, lo que ha provocado que el presidente del Congreso, José Bono, dijese a la Cámara, "no sé preocupen, el señor Llamazares no podrá salir de la Cámara".
CiU no habría apoyado la "aberración" de la reforma pese a su acuerdo
El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, ha aclarado que, aún en el caso de que se hubieran podido votar las enmiendas transaccionales que su formación ha pactado 'in extremis' pactado con PSOE y PP, sus diputados no habrían apoyado la reforma de la Constitución auspiciada por los dos grupos mayoritarios porque considera "una aberración" que se haya excluido al resto de partidos de su redacción.
"Lo que mal empieza mal acaba", ha resumido Duran después del Pleno. Durante las votaciones, los diez diputados de CiU han permanecido dentro del hemiciclo e incluso han votado a favor de las enmiendas de algunos grupos, pero no han participado en la votación final para dejar constancia de su rechazo a la reforma.
En su opinión, la sesión de este viernes ha sido "un espectáculo" que sirve de "colofón" a la mala gestión de la reforma que han realizado PSOE y PP y que ha dado lugar a una Carta Magna en la que CiU no se siente "representada".
Duran ha restado importancia al hecho de que el diputado de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, haya impedido que se sometieran a votación las dos enmiendas transaccionales que CiU había pactado con PSOE y PP, y que ha calificado de "puramente técnicas" y que "no solucionan la cuestión política de fondo".
Eso sí, ha lamentado que IU, que comparte grupo parlamentario ERC haya vetado la votación de las transacciones, después de que CiU permitiera el pasado martes que los republicanos hicieran uso del turno en contra en el debate de toma en consideración de la reforma de la Carta Magna.
Así, Duran ha recalcado que los textos que había cerrado con los partidos mayoritarios "no alteraban en nada la posición" de los nacionalistas catalanes que, en cualquier caso, no habrían apoyado la revisión de la Carta Magna porque se les ha "excluido" de todo el proceso.
"No podíamos votar en contra porque estamos de acuerdo con el principio de estabilidad presupuestaria pero, como no se nos ha tenido en cuenta, hemos optado por no participar en la votación", ha resumido, incidiendo en que ha habido "contactos", pero no una "negociación como tal" y que el diálogo ha sido algo más intenso con el PSOE que con el PP.
Zapatero achaca a Llamazares que no se haya concretado un acuerdo
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha achacado al diputado de IU, Gaspar Llamazares, que no haya sido posible un acuerdo final con CiU para la reforma de la Constitución que ha aprobado la Cámara Baja.
A la salida del hemiciclo tras esa votación, Zapatero ha comentado a los periodistas que estaba "razonablemente satisfecho" por el resultado de la votación con la que se ha aprobado la reforma con los votos a favor del PSOE, PP y UPN.
Ante el hecho de que finalmente no haya sido posible el acuerdo con CiU para que apoyase la reforma o se abstuviese, el jefe del Ejecutivo se ha limitado a comentar que "ese ha sido un problema de Gaspar Llamazares".
Zapatero se ha referido así al hecho de que Llamazares se ha opuesto en el pleno a que se votara una enmienda transaccional presentada por PSOE y PP a una enmienda de CiU y que podría haber permitido el acuerdo entre estas tres fuerzas políticas.
La oposición de un solo diputado a la votación de enmiendas transaccionales impide que éstas puedan seguir su tramitación y, por tanto, decaen.