Enlaces accesibilidad

'Venecia bajo la nieve' desata una gran carcajada en el Teatro Lara

  • La obra dirigida por Gabriel Olivares consigue llenar el teatro
  • Escrita por el francés Gilles Dyrek, sigue también en los escenarios de París

Por
Marina San José, Carlos Heredia, Pablo Carbonell y Eva Isanta.
Marina San José, Carlos Heredia, Pablo Carbonell y Eva Isanta.

Equipo artístico

Autor: Gylles Dyrek

Dirección: Gabriel Olivares

Ayudante de dirección: Beatriz Santana

Diseño de escenografía y audiovisuales: Anna Tussell

Vestuario y diseño de iluminación: Felipe de Lyma

Directora de producción: Alicia Álvarez

Dirección técnica: David González

Diseño Gráfico: Alberto Valle y Hawork Studio

Fotografía: Paolo Tagliolini

Traducción: Guillermo Ortega

Distribución: Vorágine Producciones

Cuando vamos al teatro un 31 de agosto y tardamos 20 minutos en llegar a la taquilla por la cola que hay, se puede deber, principalmente, a tres cosas: o la gente ha vuelto este año antes de la playa o se aburre en su casa o la obra está logrando llenar el teatro.

La imposibilidad de decantarse por las 2 primeras circunstancias se consolida en cuanto suena la primera gran carcajada, a escasos 5 segundos de abrirse el telón. Risas que suenan al unísono mezcladas con algún que otro “¡oyoyoyoyoyoy!” de un grupo de señoras que no se creen que Juan (Carlos Heredia) y Natalia (Marina San José), una de las dos parejas, se llamen “chu-chu” el uno al otro –con sus bocas a 3 milímetros de distancia– y se pidan besos cada 2 minutos.

El mismo asombro que parece sentir Ramón (Pablo Carbonell) cuando entra por la puerta de la casa a la que él y su novia, Patricia (Eva Isanta), han sido invitados a cenar. Una cita que surge de un encuentro de ellos dos esa misma mañana y que se convierte en un verdadero espectáculo.

Chuvenia, un país que da mucho juego

Lo que consigue mantener durante la hora y media que dura la obra esa carcajada inicial es, básicamente, el hecho de que Patricia apenas abra la boca en los momentos de las presentaciones –los dos hombres eran compañeros de universidad–, motivo que lleva a “la pareja chu-chu” a creer que es extranjera.

Pero si se produce un chorro de risa que parece sobresalir por los cuatro costados del teatro es en el momento en que ella, siguiéndole el juego a los “chu-chu”, exclama, con voz gravísima, una frase en “chuveno”. ¿Y qué es “chuveno”? Pues la lengua que se habla en Chuvenia, un país que nadie conoce porque sencillamente no existe y que da mucho, pero que mucho juego.

Desde el momento en que los “chu-chu” creen que ella es de Chuvenia se suceden diálogos –la mayoría bastante logrados– que convierten en seguida la noche en divertida para los que han aguantado una cola de la que ya ni se acuerdan.

Cuatro grandes actores

Escrita por el francés Gilles Dyrek, la obra se estrenó en París en 2008. Desde entonces se ha representado en varios escenarios europeos.

Brillante el papel de Carbonell, muy creíble –a pesar de lo ridículo del personaje– la interpretación de San José, nada exagerado el papel de Isanta, que desata muchas de las risas, y muy cómicos los movimientos exagerados de Heredia.

Cuatro grandes actores que logran, desde el principio hasta el final, hablar de lo cursis y absurdas que pueden llegar a ser las relaciones de pareja desde la más pura comedia.