Llega a los escenarios de Madrid 'La reina de belleza de Leenane', un retrato brillante del egoísmo en las relaciones
- Se puede ver en el Teatro Nuevo Alcalá hasta el 23 de octubre
- La pieza teatral ganó el Premio de la Crítica de Nueva York en 1998
REPARTO
Mag: Maite Brik
Mauren: Gloria López
Pato: Orencio Ortega
Ray: Pablo Gómez
EQUIPO TÉCNICO Y ARTÍSTICO
Traducción y Adaptación: Vicky Peña
Dirección: Álvaro Lavín
Ayudante de dirección: May Pascual
Diseño de iluminación: José Manuel Guerra
Espacio sonoro y música: Mariano Marín
Escenografía y diseño gráfico: Manolo Cuervo
Realización de Escenografía: Carlos Gaztambo
Carpintería: A. Gómez Jurado
Diseño y realización de vestuario: Carmen de Giles
Peluquería: Mauro Gaston
Jefa de prensa: Silvia Espallargas
Producción ejecutiva: May Pascual
Distribución: Manuel Álvarez
Producción: Gloria López Producciones
Imaginemos por un momento que vamos al teatro y que los acomodadores, en lugar de situarnos en una sala en la que se supone que se abrirá un telón, nos colocan frente a una pared en la que hay un agujerito por el que podemos ver la obra.
Increíble, pero cierto. La reina de belleza de Leenane nos permite ser cotillas y "mirar" por ese agujero. Primero, porque la historia es tan cercana y tan contemporánea que podría suceder en cualquier época y en la casa de cualquier vecino del mundo. Y, segundo, porque los 4 personajes son tan creíbles que uno llega a preguntarse seriamente si interpretador e interpretado son, en realidad, dos personas diferentes.
McDonagh y su manera de contar las cosas
Además de lo creíble de la historia y de los personajes, otro de los secretos del éxito que ha cosechado esta obra –lleva representándose 2 años y medio por Latinoamérica y España– es, desde luego, la calidad del texto, escrito por Martin McDonagh en 1996. “A mí me entusiasmó la manera que tiene el autor de contar las cosas. Tiene una forma de hablar de las relaciones humanas que, además de cautivarme, me pareció también extraña y cercana”, explica Álvaro Lavín, el director.
Calidad que no estaría bien aprovechada si los personajes no disfrutaran con su trabajo. “La obra se nos queda corta. Llegamos absolutamente todos los días al escenario con mucha emoción. No ha decaído nuestro interés por esta obra, a pesar de llevar 2 años interpretándola”, explica la veterana actriz Maite Brik.
La relación entre una madre y su hija
La obra trata de la enfermiza relación entre una madre y su hija. La primera hace la vida imposible a la segunda porque tiene miedo a quedarse sola, lo que le impulsa a mentir todo el tiempo e intentar que no se vaya con ningún hombre. “Mi personaje está lleno de miedos y teme muchísimo la soledad. No es un personaje maligno, sino aterrado. Todo lo que hace lo hace en función de no quedarse sola”, comenta Brik, que interpreta a Mag.
Al otro lado de la cuerda está la hija, Mauren, a quien da vida –y qué vida– Gloria López, quien también produce –junto a May Pascual– la obra. “Es un personaje agresivo, inseguro y vulnerable que intenta salir de la pesadilla en que vive pero que no tiene fuerza para lograrlo”, cuenta.
La relación entre ambas se entremezcla con las vidas de Pato y Ray, dos hermanos del mismo pueblo irlandés en el que está ambientada la historia. Pato, el mayor, es el pretendiente de Mauren con quien Mag no quiere que tenga una relación. Y Ray es el hermano pequeño que va a la casa a dar los recados de su hermano. Personaje este último que quita tragedia a un texto de por sí muy violento y triste y muy bien interpretado por el joven Pablo Gómez.
“Para mí lo más violento de la obra es el lenguaje. Y lo malo es que nos parece de lo más normal, porque estamos acostumbrados a la violencia a la hora de hablar”, explica Lavín, quien se quita importancia asegurando que ha sido "muy sencillo" dirigir a los 4 actores.
Algo habrá tenido que hacer él para que en los momentos de los aplausos suene continuamente aquello de “¡bravo!”.