Trichet considera "imperioso" aplicar ya los acuerdos tomados en julio por el Eurogrupo
- Recuerda la importancia de respetar el Pacto de Estabilidad en la zona euro
- Cree que en un futuro habrá un gobierno común de Finanzas en Europa
- Draghi, futuro presidente del BCE, ve necesario un cambio en los tratados
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, ha asegurado este lunes que es "imperioso" que las decisiones tomadas en la cumbre europea del 21 de julio pasado se apliquen de forma inmediata y ha señalado la importancia de vigilar las políticas macroeconómicas y presupuestarias de los países de la moneda única para que no se desboquen ni el déficit ni la deuda. Para ello, a más largo plazo, Trichet ha afirmado que "los pueblos europeos se dotarán de una confederación" con un "gobierno" y un "ministro de Finanzas confederal" que, entre otras cosas "podría imponer una decisión a tal o cual país" que eludiera las obligaciones o recomendaciones.
Las medidas adoptadas en la cumbre del pasado día 21 de julio, convocada para hacer frente a la crisis de la deuda de algunos países de la zona euro, se tienen que "aplicar de la manera más rigurosa", ha añadido Trichet en un discurso en París durante un debate del Instituto Montaigne dedicado a los desafíos que se presentan tres años después de la quiebra de Lehman Brothers.
"El periodo presente es extremadamente exigente y reclama que las entidades nacionales y europeas (...) estén a la altura de sus responsabilidades", ha argumentado el presidente del BCE, quien el pasado viernes presionó de nuevo a Italia para que aplicara sin demora sus planes para reducir el déficit público.
Sin embargo, para el futuro presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, aplicar los acuerdos del 21 de julio "no es suficiente" y se ha mostrado a favor de cambiar los tratados europeos para establecer, en particular, reglas sobre "disciplina fiscal" y también en la gobernanza de la moneda única.
El Pacto de Estabilidad se debe cumplir
Trichet ha recordado que se está terminando de discutir la reforma del Pacto de Estabilidad y que la posición del BCE es que se incorpore "el mayor grado de automatismo" para hacer frente al incumplimiento de las reglas y que, "en el caso excepcional de un país que no aplicara las recomendaciones" se le impongan medidas "ejecutorias".
"Estamos del lado del Parlamento Europeo (en lo que se refiere) al refuerzo de la prevención", ha añadido antes de felicitarse de que se haya creado "un segundo pilar" de vigilancia de las políticas macroeconómicas y presupuestarias de los países de la moneda única. "En los próximos años, todo va a depender del espíritu con que se apliquen esos textos" por lo que, a su entender, hay que hacerlo "con la mayor seriedad posible".
“La crisis ha demostrado que la gobernanza en la zona euro es esencial“
El presidente del BCE ha recordado que su institución se había mostrado contra el "edulcoramiento" del Pacto de Estabilidad en 2005, a causa de la posición de los tres grandes Estados del euro, Alemania, Francia e Italia, que no querían ser sometidos a él.
"La crisis fue particularmente útil como revelador (de que) la gobernanza en la zona euro era totalmente esencial" y ahora "no hay ninguna ambigüedad sobre este punto" y hay "consenso" para reforzar el Pacto de Estabilidad, ha indicado.
Faltan por hacer reformas
A juicio de Trichet, el problema es que las reformas estructurales pendientes no se hayan puesto en marcha, unas reformas que -ha subrayado- tendrían "un gran impacto en la creación de empleo y en el crecimiento". A juicio de Trichet, la no aplicación de las reformas estructurales está detrás de las grandes diferencias de productividad en el interior de la Unión Europea. Y, como como ejemplo positivo, ha puesto a Alemania, donde estas se llevaron a cabo antes incluso de la crisis.
En su análisis de esta, Trichet ha señalado que "hemos constatado desde agosto de 2007 que el sistema financiero mundial era extremadamente frágil", en un grado "muy superior a lo observado" desde la Segunda Guerra Mundial.
Las "reformas considerables" necesarias para hacer frente a esa situación se han iniciado con un consenso mundial de los países desarrollados y emergentes para trabajar juntos, pero ahora "estamos a medio camino" y "queda mucho por hacer" en particular sobre "los riesgos sistémicos".
En este sentido, Draghi, su sucesor en el cargo, ha mostrado su respaldo al euro: "Sigo convencido de que sin la moneda única la crisis habría sido mucho peor". Además, el italiano ha lamentado que "algunos países no muestran suficiente solidaridad" en la situación actual, aunque no ha citado nombres, y ha insistido en que para salir de la crisis "tenemos que estar juntos: la cooperación internacional y regional es absolutamente esencial".