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Una bacteria no tan extraterrestre

  • El descubrimiento de unas bacterias que viven con arsénico está en entredicho
  • La comunidad científica debate la veracidad del hallazgo
  • Los autores del estudio defienden los métodos y las pruebas utilizadas

Por

Entre Probetas

¿Quién dice que la Ciencia y, sobre todo, su Divulgación (ambas con mayúsculas) tienen que ser aburridas?¿Se puede divulgar e informar de los principales logros e hitos científicos sin dejar el humor, motor de vida, en el intento? Entre Probetas nació para informar. Entre Probetas surge para divertir. Mi labor como Profesor, Investigador y Director de Cultura Científica de una de las mejores universidades y centro de investigación del país -Universidad Autónoma de Madrid y Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, respectivamente- me permiten estar en primera línea informativa en áreas afines, o no tan afines, a mi propio desarrollo como científico; como biólogo molecular y microbiólogo. Emisión: Lunes a Jueves 15.36; Sábado 14.52; Domingo 09.52 y 14.52

A finales de 2010 y a través de la poderosa NASA y de la revista Science la ciencia se revolucionó con la noticia de unas bacterias que podían vivir sin fosfato y en presencia de un potente tóxico.

El espectacular hallazgo publicado por el Instituto de Astrobiología de la NASA consistió en unas bacterias de la familia Halomonadaceae -denominadas GFAJ por su descubridora Felisa Wolf-Simon- capaces de vivir en presencia –según los autores- de arsénico como sustituto del fósforo, uno de los escasos 6 compuestos necesarios para la vida, al menos en la Tierra.

Por ello, algunos intrépidos bautizaron a este organismo como prototipo de bacteria extraterrestre. Sin embargo, medio año después, los ánimos y derroteros van por otro camino.

Las duras críticas de los expertos han obligado a Science a ofrecer un debate público –ya se sabe lo que dicen de la mujer del César- y por si acaso, han colgado una nota con comentarios e indicando que, quizá, la sustitución del Fósforo no fuera completa.

La revista Science admite que la sustitución del fósforo puede no ser completa

Las objeciones más suaves tachan el trabajo de excesivamente preliminar y de dar conclusiones con resultados 'cogidos por pinzas'. Sin embargo, los autores insisten en su correcta praxis científica y ponen a disposición de cualquier interesado sus resultados y muestras.

La presión sobre Felisa, primera firmante del artículo –que hay que recordar fue revisado y aceptado por otros científicos expertos para su publicación- aumenta ahora con estas críticas de colegas microbiólogos quienes piensan que, quizás, las reservas celulares de fósforo fueran suficientes para la supervivencia de las bacterias en presencia del arsénico, en lugar de hablar de una adaptación plena a esta molécula tan tóxica.

Seguro que en los próximos meses, el lago californiano hipersalino Mono, donde se encontró al bichito, vuelve a llenarse de curiosos, propios y extraños, para tratar de comprobar cuan marciana es nuestra amiga GFAJ que, según cuentan, es el acrónimo en inglés de “Da a Felisa un trabajo”. Siempre hay que tener un plan B.

ENTRE PROBETAS

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