Lagarde pide a los países industrializados que actúen "ahora y con valentía" ante la crisis
- La directora del FMI piden medidas para evitar la recesión
- "La economía mundial atraviesa una fase llena de peligros"
- Los responsales económicos del G-7 se reúnen esta tarde en Marsella
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Los países desarrollados deben actuar "ahora y con valentía" para impulsar sus economías, ha declarado este viernes en Londres la directora ejecutiva del FMI, Christine Lagarde, horas antes de la reunión del G7 en Marsella.
"El mensaje principal que quiero transmitir es que los estados deben actuar ahora y actuar con audacia" porque la economía mundial "atraviesa una fase llena de peligros", ha explicado Lagarde en un discurso en el Instituto Chatham House. La semana pasada, unas declaraciones similares de la francesa provocaron una caída en las bolsas y las llamadas a la calma de varias autoridades económicas.
Lagarde ha acogido favorablemente el plan para el fomento del empleo que el jueves presentó el presidente de Estados Unidos, Barack Obama. "Damos la bienvenida a las propuestas de Obama, que se centran en apoyar el crecimiento y la creación de empleo en el corto plazo", ha subrayado.
La jefa del FMI también ha mantenido su posición polémica sobre la necesidad de recapitalizar los bancos europeos. "Teniendo en cuenta los crecientes riesgos e incertidumbres, y la necesidad de convencer a los mercados, algunos bancos necesitan reforzar su capital", ha reiterado, en referencia a los riesgos que enfrentan los bancos europeos en el contexto de la crisis de deuda.
Lagarde cree que "las vías para la consolidación fiscal pueden diferir de un país a otro." "Las políticas monetarias deben seguir siendo adaptables, ya que el riesgo de recesión es mayor que la inflación. (...) Los bancos centrales deben estar preparados para tomar más medidas para apoyar el crecimiento, incluso a través de medidas no convencionales", ha insistido Lagarde.
Reunión del G-7
La reunión de los responsables de finanzas de los países que forman parte del G-7, el grupo de naciones más industrializadas (Alemania, Reino Unido, Francia, Japón, Estados Unidos, Canadá e Italia) se produce en medio de fuertes presiones para tomar medidas para reactivar la economía.
Francia, el país anfitrión, ha llamado a una acción coordinada después de que las dudas sobre la crisis de deuda hayan provocado en las últimas semanas una caída en las bolsas.
Aunque no está previsto que se emita ningún comunicado conjunto tras la cumbre, una fuente oficial de Bruselas ha adelantado que el G-7 probablemente recomendará una política monetaria acomodaticia, consolidación fiscal y reformas estructurales.
En un artículo publicado en el Financial Times, el secretario del Tesoro de EE.UU., Timothy Geithner, ha declarado que es "imperativo" fomentar el crecimiento, en la línea del plan de Obama. También la OCDE ha pedido que el G-7 dé "señales claras" y que los bancos centrales mantengan bajos los tipos de interés.
Esta última organización prevé que el crecimiento en las siete principales economías será de un 1.6% de media en el tercer trimestre y se ralentizará hasta el 0.2% en el cuarto.
"Respecto al trimestre anterior, el escenario es mucho peor, se podría decir que el crecimiento se está estancando", ha declarado el economista jefe de la OCDE, Pier Carlo Padoan.
Las economías asiáticas también han mostrado su preocupación por la crisis de deuda en Europa, y se cree que Japón puede reservarse el derecho a acciones unilaterales en relación con la fortaleza del yen.
A pesar de que existen indicios de otra posible recesión, hasta ahora ha habido poca evidencia de una acción urgente y coordinada de los responsables políticos.