'Shame' y su protagonista, Michel Fassbender, favoritos incompatibles en la Mostra de Venecia
- Las reglas impiden entregar el León de Oro y la Copa Volpi al mismo filme
- Gary Oldman, Ryan Goslin o Matthew McConaughey, favoritos a mejor actor
- Kate Winslet, Ariane Labed y Geanie Yip destacan entres las actrices
El 68 Festival de Venecia entrega este sábado sus premios y Shame, de Steve McQueen, y su protagonista, Michael Fassbender, encabezan muchas apuestas.
Pero son candidatos incompatibles ya que las reglas de la Mostra impiden otorgar el León de Oro y la Copa Volpi de interpretación al mismo filme.
Aunque las reglas están para saltárselas y nadie mejor que el presidente del jurado de esta edición, el realizador estadounidense Darren Aronofsky, para hacerlo.
Aunque también hay otras películas con claras aspiraciones, como la dura historia de adicciones y soledad que el británico McQueen cuenta en su segundo trabajo como director tras Hunger.
Carnage, la adaptación de Roman Polanski de la obra de teatro Un dios salvaje es la más puntuada en la encuesta de la revista Variety. Un extraordinario filme que podría verse lastrado por ser perfecto, pero sin aportar el punto de novedad y originalidad que buscan los festivales.
Algo que podría dañar igualmente las posibilidades de Tinker, tailor, soldier, spy, una estupenda historia de espías con un clásico sentido moderno del cine, con la que el sueco Tomas Alfredson demuestra un increíble dominio del ritmo y los tempos.
El ruso Alexander Sokurov con su especial versión de Fausto ha entusiasmado en Venecia, aunque quizás sería excesivo darle un León de Oro, que, por otro lado, podría ir a la naturalista Wuthering Heighjts, de Andrea Arnold, que podría beneficiarse del río revuelto.
Todos estos filmes serían excelentes candidatos para llevarse el León de Plata al mejor director o el Premio especial del jurado.
Soberbias interpretaciones masculinas
Pero el que gane el premio principal no podrá llevarse ninguna de las dos Copas Volpi -a las mejores interpretaciones masculina y femenina- ni las Osellas al guión y a la contribución técnica.
Y tampoco será fácil para un jurado en el que también están Todd Haynes, David Byrne o André Techiné, elegir a los mejores actores de esta edición, donde se han visto interpretaciones soberbias.
Además de Fassbender, en el lado masculino han destacado Gary Oldman en su papel del espía Geroge Smiley en la adaptación de la novela de John Le Carré.
O Ryan Goslin como encargado de prensa en una campaña presidencia en la crítica The ides of march, de George Clooney -a la que muchos también apuntan como ganadora-. Sin olvidar al brutal asesino de Matthew McConaughey en Killer Joe o a dos de los protagonistas de Carnage, Christoph Waltz y John C. Reilly, que han brillado a un alto nivel.
Favoritas a mejor actriz
En cuanto a la categoría femenina, ha estado igualmente cuajada de fantásticos ejemplos de actuación.
Kate Winslet en Carnage es una confirmación de una calidad ya demostrada por la actriz británica. Por lo que quizás el jurado prefiera valorar un buen trabajo de un nombre desconocido, en cuyo caso la griega Ariane Labed por su papel de enfermera obsesionada por la muerte en Alpis, de Yorgos Lanthimos, entraría con fuerza en la quiniela.
Así como la china Deanie Yip, que borda el deterioro de la vejez, la enfermedad y la soledad en "Tao Jie" ("A simple life"), de Ann Hui.
Aunque a decir verdad la interpretación femenina con más fuerza de esta edición ha sido la de la estadounidense Carey Mulligan en Shame. Pero era sólo un papel secundario.
Y en medio de las quinielas, no hay que olvidar que Venecia está en Italia y que ha habido tres películas italianas en la competición, aunque ninguna merecedora de premio alguno.
Tampoco se pude descartar que el jurado decida premiar a Abel Ferrara por su extraña historia sobre el fin del mundo o a David Cronenberg, por su análisis de la relación entre Sigmun Freud y Carl Gustav Jung en A dangerous method.
O a la japonesa Himizu, que al fin y al cabo habla de los efectos del terremoto que sufrió Japón y los desastres siempre son premiables.
Difícil hacer apuestas en los festivales de cine, pero más aún en esta 68 edición de Venecia, en la que el nivel de cine ha sido claramente superior al de cualquier certamen cinematográfico de los últimos años.