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España sigue atenta al accidente nuclear en Francia aunque no hay indicios de riesgo

  • La red española de control radiactivo no detecta ninguna variación
  • La explosión en el complejo nuclear de Marcoule ha dejado un muerto

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Explosión en un almacen de un centro de investigación nuclear en Francia

El incidente nuclear de Marcoule, en Francia, no ha puesto en riesgo el territorio español aunque las autoridades siguen la evolución del accidente porque la radiactividad, según reconocen los expertos, "no respeta las fronteras".

La red española de control radiactivo no ha detectado ninguna variación en sus medidas tras el accidente de esta mañana, que se ha cobrado una vida y ha causado heridas de diferente gravedad a otras cuatro personas.

El accidente ocurrió en un horno de fusión de metales, una fábrica de tratamiento de residuos de baja o muy baja radiactividad, perteneciente a Socodei, filial de la eléctrica francesa EDF, situada a orillas del Ródano y a las afueras de la localidad meridional de Marcoule.

Desde el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) español se sigue la evolución del accidente, ocurrido a unos 280 kilómetros de la frontera española y en Cataluña, la autonomía más cercana, Protección Civil de la Generalitat ha activado el plan de protección PROCICAT en fase de prealerta preventiva.

El propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha activado los dispositivos políticos, administrativos y técnicos para evaluar el accidente nuclear en el que, por el momento, se han descartado fugas radiactivas.

El Palacio de La Moncloa está en permanente contacto con el Ejecutivo francés para conocer los detalles de la explosión y el gabinete de crisis está alertado ante la probabilidad de una convocatoria.

La organización ecologista EQUO, por su parte, considera que se deben tomar con "precaución" los mensajes de tranquilidad que envía la industria nuclear sobre el accidente ya que siempre se les "quita importancia" a este tipo de sucesos.

"Un nuevo fracaso de la industria nuclear"

El portavoz de EQUO, Juan López de Uralde, ha afirmado que la industria nuclear "destaca por su falta de transparencia" y ha recalcado que la explosión tuvo lugar en "el corazón de la industria" nuclear, uno de los centros más importantes en Francia, un país altamente tecnologizado "sin un tsunami o una causa aparentemente natural que pueda justificarlo".

Desde EQUO consideran que este es "un nuevo fracaso de la industria nuclear" que "debe desaparecer" por su manifiesta peligrosidad.

A propósito del accidente, los responsables en España de grupos ecologistas como Greenpeace y Ecologistas en Acción alertaron del programa experimental nuclear que desarrolla Francia en Marcoule, donde se trabaja sobre la bomba atómica y el reciclado de material radiactivo.

El complejo nuclear de Marcoule, en funcionamiento desde 1956, ha sido sede de maniobras militares de "gran peligrosidad", ha dicho a Efe Carlos Bravo, de Greenpeace España, secundado por Francisco Castejón, de Ecologistas en Acción.

Según Castejón, este incidente "viene a darnos la razón" y "pone en entredicho el programa reciclado de combustible" nuclear en el que se fundamenta la industria ante la inminente carencia de uranio.

Del riesgo inmediato o a corto plazo que represente para España este accidente, Castejón ha reconocido que no hay indicios de fuga radiactiva masiva, pero ha subrayado que, como se ha demostrado, "la radiactividad no respeta fronteras".

Las autoridades francesas explicaron que el accidente de este lunes por la mañana se saldó con la apertura de una investigación para esclarecer los hechos y evaluar los eventuales impactos del accidente y que no fue necesario proceder a ninguna medida de confinamiento o evacuación del personal.