Bildu da el visto bueno a la fusión de las cajas vascas en Kutxa Bank

• La suma de BBK, Vital y Kutxa no podrá vender más del 49% de su capital
• Kutxa Bank dedicará a obra social el 30% de sus beneficios

Bildu ha calificado el acuerdo alcanzado con las direcciones de las tres cajas vascas para apoyar la fusión fría como "un gran logro de la coalición para la ciudadanía", porque garantiza el mantenimiento de la obra social y del control público de la nueva entidad, Kutxa Bank.

El diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano, y el alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre, ambos de Bildu, han confirmado el acuerdo, en calidad de máximos representantes de las entidades fundadoras de la Kutxa.

Garitano, el único que ha tomado la palabra, ha explicado que el pacto entre Bildu y las tres cajas, la vizcaína BBK, la guipuzcoana Kutxa y la alavesa Caja Vital, "mantiene la filosofía y la esencia de las cajas", a pesar de que el banco "no es el modelo" que la coalición abertzale cree "más adecuado".

La fusión sigue

El acuerdo garantiza que la fusión salga adelante en la asamblea de Kutxa -la única en la que la mayoría estaba en duda- del próximo día 23, ya que a los 58 votos que sumaban los representantes de los partidos abiertamente favorables a la integración, hay que sumar ahora tres más de EA y ocho de ANV, que podrían ser incluso 12 más de la plataforma de clientes Banatuz, afín a la izquierda abertzale.

El diputado general ha explicado que para Bildu era "primordial cerrar las puertas a la privatización de la nueva entidad", ya que las instituciones de Gipuzkoa "hicieron importantes aportaciones para crear Kutxa", por lo que no pueden aceptar, ha dicho, "que el patrimonio de las instituciones, el de la ciudadanía guipuzcoana pase a manos privadas".

"Había que evitar la privatización y lo hemos conseguido", ha dicho Garitano, quien ha apelado a la discreción para no explicar qué tipo de garantías se han incluido en el protocolo de integración de las tres cajas.

Control de las tres cajas

Dicho protocolo establecía explícitamente que el nuevo banco, Kutxa Bank, no podría vender, en ningún caso, más del 49% de sus acciones, por lo que la mayoría estaría controlada siempre por las tres cajas fundadoras.

Bildu también se ha atribuido el compromiso de las tres cajas de mantener "sin límite de tiempo" la obra social, a la que se hará una aportación del 30% de los beneficios del nuevo Kutxa Bank, un aspecto, que, según Garitano, "no quedaba claro" en el proyecto inicial.

Por último, las cajas respetarán el "ámbito de negociación" que los trabajadores decidan para fijar sus condiciones laborales. "Es decir, si los trabajadores optan por un marco vasco de relaciones laborales, la nueva entidad lo aceptará", ha añadido el diputado general.