¿Qué son las arenas movedizas?
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En muchas películas y libros de aventuras que se desarrollan en parajes pantanosos, el protagonista pisa un terreno en apariencia firme.
Inesperadamente, el suelo cede bajo sus pies. Con las piernas inmovilizadas, el aventurero se hunde poco a poco. Atrapado y engullido lentamente por las arenas movedizas, su destino será la muerte si nadie le ayuda a salir.
"Hay mucho mito con las arenas movedizas", apunta a RTVE.es Alfredo Arche, sedimentólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
“Hay mucho mito, las arenas movedizas de verdad no son tan extremas como en las películas“
"Las arenas movedizas de verdad no son tan extremas como las pintan en las películas ni tampoco existen en el desierto, como muestran por ejemplo en Lawrence de Arabia", comenta.
Es físicamente imposible que una persona que se hunde en arenas movedizas sea engullida del todo. Según un estudio publicado en la revista Nature en 2005, como mucho se hunde hasta la cintura. Sucede así porque la densidad del cuerpo humano es menor que las arenas movedizas.
El verdadero peligro está en no poder salir de ellas y morir de hambre, calor o agotamiento, o ahogado en el agua al subir una marea cercana.
¿De qué se componenen?
Tampoco están hechas de arena, sino de arcilla. "Son una mezcla poco compacta de limos o lodos (partículas muy finas de arcillas) totalmente saturados de agua", explica.
“Es físicamente imposible que una persona que se hunde en arenas movedizas sea engullida del todo“
Estas partículas minúsculas tienen una superficie generalmente rugosa. La fricción entre estos granos da estabilidad al suelo. En arenas no movedizas los espacios entre partículas suponen entre el 25-30%. Sin embargo, los espacios entre gránulos en arenas movedizas suponen entre el 30-70% del volumen total.
Las partículas están tan separadas unas de otras por el agua que el rozamiento disminuye tanto que el suelo deja de comportarse como un sólido para hacerlo como un líquido espeso, viscoso y resbaladizo.
Podemos experimentar la sensación de hundirnos en arenas movedizas en las playas de arena de Mediterráneo, por ejemplo. Si metemos los pies en el agua de la zona más cercana a la orilla y los hundimos en la arena notamos la inestabilidad del terreno, explica Arche.
¿Dónde se forman?
Las arenas movedizas se forman en orillas de ríos profundos, como el Amazonas o el Misisipi, en lagos, pantanos y playas con grandes mareas, con una diferencia entre alta y baja de 5-6 metros. La Bahía de Morecambe (Inglaterra), por ejemplo, es célebre por la frecuente formación de arenas movedizas.
También pueden formarse arenas movedizas en las turberas. Son grandes llanuras cubiertas de materia vegetal, sobre todo musgos típicos de climas fríos o muy fríos, que pueden tener varios metros de espesor.
Hay zonas sustentadas sobre arenas movedizas que se hunden con el peso de algunos animales. "En Irlanda, Dinamarca y Siberia se han encontrado restos muy bien conservados de vertebrados e incluso seres humanos dentro de las turbas", señala Arche.
Otro tipo de arenas movedizas son las producidas por terremotos. La fuerza del terremoto presiona súbitamente las aguas subterráneas que se mezclan con el terreno y lo transforman en terreno inestable. "Las casas y las carreteras se hunden como si el suelo que las sustenta se derritiera como un helado", ilustra el experto.