Garry Conille, más cerca de ser primer ministro de Haití tras la aprobación del Congreso
- Ahora el Senado debe dar el visto bueno al candidato propuesto por Martelly
- Debe contar con la aprobación de ambas cámaras para alcanzar el cargo
- Es el tercer candidato propuesto por Martelly. Los otros fueron rechazados
El Congreso de Haití ha aprobado por unanimidad el nombramiento de Garry Conille como primer ministro del país y ahora el Senado debe dar el visto bueno al candidato propuesto por el presidente haitiano, Michel Martelly, quien ha calificado el resultado de la votación de "buena noticia".
La decisión se ha producido durante una sesión rápida en la que no ha habido debates y cuenta con la aprobación de 89 de los 90 diputados presentes, ya que el presidente de la Cámara no puede ejercer el sufragio en esta situación.
“Espero trabajar tan pronto como sea posible“
Poco se conoce sobre la reacción del propio Conille tras la votación en el Senado. "Espero trabajar tan pronto como sea posible", ha comentado el aspirante a primer ministro, según informa AFP.
Tercer aspirante al cargo
Conille es el tercer aspirante nombrado por Martelly para ocupar el cargo de primer ministro desde su llegada al poder el pasado 14 de mayo.
Para que finalmente sea designado debe contar con la aprobación de ambas cámaras del Parlamento, que está controlado por Inite, la plataforma política opositora liderada por el exmandatario Rene Preval.
El 2 de agosto el Senado rechazó la candidatura de Bernard Gousse al considerarla "inaceptable" porque durante su etapa como ministro de justicia, cargo que ocupó entre 2004 y 2006, se registraron violaciones de derechos humanos en el país.
Anteriormente, el 21 de junio, el Congreso rechazó la designación del empresario Daniel Rouzier, cuya candidatura no llegó a analizarse en el Senado.
Garry Conille, de 45 años, es un médico relacionado con la ONU, donde fue coordinador para el desarrollo en Níger, y también trabajó en su país para el Fondo de Población de la ONU.
Más recientemente fue jefe de la oficina de Bill Clinton como enviado especial de Naciones Unidas en Haití tras el terremoto que asoló el país el pasado año.
La dificultad política de Martelly para formar gobierno preocupa a la comunidad internacional, que impusla el plan de reconstrucción de la nación.