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'Factura en la sombra', entre el ahorro del gasto y la educación para el uso racional de la sanidad

  • Madrid incorpora el sistema y gastará 250.000 euros en su implantación
  • Galicia, Valencia y Andalucía ya usan la factura en sus centros sanitarios
  • Para los expertos, "sirve para educar", para los pacientes, "crea confusión"

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EJEMPLO FACTURA EN LA SOMBRA
Factura informativa facilitada por la Consejería de Sanidad de la Generalitat Valenciana

Una operación de anginas: 792 euros; una ecografía abdominal: 63 euros; un parto natural: 1603. Son algunas de las cifras que sacan a la luz, las llamadas facturas en la sombra o facturas informativas sanitarias, que informan a los pacientes del coste de las intervenciones a las que han sido sometidos. El objetivo: conseguir un uso más racional de la sanidad, en servicios altamente costosos, como por ejemplo, las urgencias, pero ¿realmente son efectivas?

La vicedecana de Derecho y Economía de la Universidad Carlos III de Madrid, especialista en economía y sanidad, Matilde Pinto, valora como “desigual” los efectos disuasorios de la “factura”, según el tipo de pacientes.

“La factura sombra no tendrá efectos sobre la demanda de servicios sanitarios de los enfermos crónicos, principalmente porque esta demanda está determinada por sus médicos", augura.

Por el contrario, añade, "la factura sombra informará a los pacientes mayormente sanos de que los dos tipos de servicios (urgencias y médico de cabecera) tienen costes muy distintos para la sociedad, aunque sean gratuitos para el usuario".

El efecto que debería tener después de un tiempo, por lo tanto, es "una reducción del uso de los servicios de urgencias a favor de un incremento en el servicio de médicos de cabecera”, aclara.

Cuanta más información, menos visitas al médico

Información y educación para la salud

Para Pinto el uso de la factura es positivo y apoya que se entregue a los enfermos la mayor cantidad de “información posible” para reducir gastos. “Un estudio reciente de la universidad de Harvard reveló que dar mayor información a los pacientes sobre su condición médica reduce las readmisiones”, explica.

Esta experta añade otro ejemplo aplicable al sistema de salud público: “Un trabajo reciente de Apesteguia, Funk y Iriberri (Universitat Pompeu Fabra) demuestra que un simple correo electrónico informativo sobre los plazos de devolución de los libros disminuía los retrasos de los usuarios de las bibliotecas públicas de Barcelona”.

¿Servirá esta medida para "educar" a la población?, le preguntamos a la experta: “Creo que ocurrirá algo parecido a lo que pasó con el reciclaje. Al principio solo los ciudadanos más concienciados lo practicaban pero hoy en día es algo normal en todas las familias, empezando por los más pequeños”, puntualiza.

Ir al médico no es como ir al supermercado

El punto de vista es radicalmente distinto para Albert Jovell, presidente del Foro Español de Pacientes, "es un sistema que no tiene lógica, además genera confusión y alarma, porque la gente no sabe lo que significa y puede pensar que tiene que pagar", cuenta a RTVE.es.

Para Jovell, “si alguien usa mal las urgencias se le debe informar de las alternativas que hay. Ir al médico no es como ir al supermercado, no tienes capacidad de elección, los médicos te mandan las pruebas que te mandan”, insiste sobre el rechazo a la factura sanitaria.

Galicia, Valencia y Andalucía comunidades pioneras

La Comunidad de Madrid ha sido la última en sumarse al sistema. Esta semana ha puesto en marcha la facturación “en la sombra” en el servicio de Cirugía de Mayor Ambulatoria del Hospital de La Paz.

Las facturas en atención primaria llegarán a los pacientes por correo ordinario a partir de 2012. Solo la recibirán los que hayan utilizado estos servicios más de cinco veces al año (que es la tasa media de la Unión Europea).

El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández Lasquetty, ha cifrado el coste de su implantación en los 250.000 euros que supone la puesta en marcha de los sistemas informáticos para su funcionamiento.

Otras regiones como Galicia (1998), Valencia (2003) o Andalucía (2010) son pioneras en la implantación del modelo. En Cataluña, el sistema funcionó durante algunos meses de 2003 pero finalmente se suspendió al considerarlo "una campaña informativa de tiempo limitado". En esta comunidad si está en marcha desde 2011 la llamada "receta electrónica" que informa a los pacientes sobre el coste de los medicamentos.

En la Comunidad Valenciana, la información se entrega al paciente una vez se le da de alta. Se aplica en todos los hospitales pero no en todas las intervenciones.

En las operaciones más complejas pueden participar varios servicios a la vez, y el paciente “suele recibir el alta antes de que se calcule el coste total”, según informan desde la Consejería de Sanidad. En la actualidad, la cobertura con factura en la región alcanza el 85% de las altas. (Ver otros ejemplos de facturas)

En Andalucía la primera factura informativa se entregó en el Hospital Costa del Sol de Marbella (Málaga) el 25 de octubre de 2010.

La medida se ha extendido a otros 22 hospitales andaluces, aunque su implantación es progresiva. Cada centro posee su propio sistema de contabilidad analítica que le permite calcular los gastos para aumentar la efectividad, aunque la información solo se facilita en intervenciones muy concretas: operaciones de hernias, vesícula y cataratas realizadas a través de cirugía mayor ambulatoria y pruebas diagnósticas digestivas y cardiológicas.

El gasto médico en cifrasEl gasto médico en cifras

En cada factura-sombra, al paciente se le especifica los gastos generados, desglosados por intervención. Estos son algunos de las hojas de coste que manejan las comunidades autónomas:

  • Infarto: 4.953 euros (Madrid)
  • Visita a urgencias: 122 euros (Madrid)
  • Ecografía abdominal: 63,15 euros (Madrid)
  • Operación de cataratas: 1.399 euros (Andalucía)
  • Operación de vesícula: 1.470 euros (Andalucía)
  • Colonoscopia: 202,13 euros (Andalucía)
  • Resonancia magnética con contraste: 283,92 euros (Valencia)
  • Asistencia al parto con epidural: 1.037,75 (Valencia)