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Abás confirma a Ban que pedirá la adhesión de Palestina a la ONU pese a la presión internacional

  • El presidente palestino admite que "las cosas se pondrán mal" tras su iniciativa
  • EE.UU. y la UE presionan a Israel para que no haya represalias

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Obama viajará a Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, ha confirmado al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que el próximo viernes presentará la solicitud de adhesión de Palestina al organismo internacional tras denuciar las presiones a las que está siendo sometido para que no lo haga.

Abás ha comunciado a Ban "su intención de entregarle el viernes su solicitud para (que Palestina sea) miembro de pleno derecho de Naciones Unidas", ha indicado el portavoz de la ONU, Martin Nesirky, que ha subrayado el apoyo del secretario general a que "se reanuden las negociaciones" entre palestinos e israelíes.

Tras la recepción de la solicitud de admisión de Palestina como integrante 194 de Naciones Unidas, Ban tendrá que enviarla y dirigirse al Consejo de Seguridad, que a su vez estudiará la petición y se pronunciará al respecto.

Para que la petición de Abás se pueda tramitar es necesario que tenga el apoyo favorable de nueve de los quince integrantes del Consejo y ningún veto de los cinco permanentes (EEUU, Francia, Reino Unido, China y Rusia), lo que no ocurrirá ya que Washington ya ha anunciado que vetará la propuesta.

Ofensiva diplomática

Ante este previsible choque de trenes en el seno de Naciones Unidas, Washington y Bruselas se están movilizando para evitar que el veto se materialice y tratan de lograr a contrarreloj una solución de compromiso.

"Anunciamos esta propuesta y todos los infiernos se han desatado contra nosotros", ha declarado Abás en el avión que le conducía a Nueva York para asistir a la Asamblea General.

Abás ha reconocido que "las cosas se pondrán mal" después de que presente la propuesta.

"Hasta qué punto, lo sabremos después", ha añadido. La Autoridad  Nacional Palestina (ANP) depende de la ayuda internacional, que podría  menguar como consecuencia de la iniciativa.

El ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, ha advertido a su llegada a Nueva York que el 'statu quo' actual en Oriente Medio "no es sostenible ni aceptable" y que ambas partes tienen que volver a la mesa de negociación para evitar "un estallido de violencia", sin adelantar cuál será la posición de su país en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU, donde EE.UU. ya ha anunciado su veto si llega la propuesta de Abás.

Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu declaró el domingo que Palestina no será miembro de Naciones Unidas. "Al final, cuando el humo se disperse, después de todo lo que ocurra en la ONU, los palestinos recuperarán el sentido común y abandonarán estas maniobras para evitar las negociaciones, y se sentarán a la mesa", ha afirmado.

Abás ha reiterado que su "opción fundamental" sigue siendo la negociación, pero se ha preguntado "¿sobre qué bases?".

Presiones a Israel

Por otro lado, el diario israelí Haaretz informa este lunes que Estados Unidos y la Unión Europea presionan a Israel para que no castigue a los palestinos después del viernes.

Los enviados estadounidenses que visitaron recientemente la región, David Hale y Dennis Ross, habrían pedido a Netanyahu que no tome ninguna medida que desestabilice a la ANP y, en concreto, que no acabe con la cooperación que mantiene con el gobierno palestino en materia de seguridad, asegura el rotativo citando fuentes diplomáticas en Jerusalén.

La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, y el ministro de Exteriores alemán, Guido Weesterwelle, habrían abundado en este aspecto en sus recientes conversaciones con el jefe del gobierno israelí.

Netanyahu se enfrenta sin embargo a presiones dentro de su Ejecutivo para que los palestinos no salgan indemnes de su iniciativa diplomática. El titular de Asuntos Exteriores, el ultraderechista Avigdor Lieberman, ha llegado a pedir que se rompan todas las relaciones con la ANP.

Su viceministro, Danny Ayalon, aseguró el domingo en Nueva York en la reunión de la Conferencia de Donantes de los Palestinos que "la asistencia y cooperación futura" con los palestinos "podría resultar grave e irreparablemente dañada".

La advertencia puede entenderse como una amenaza de dejar de transferir a la ANP el dinero recolectado por Israel en tasas de importación en virtud a los Acuerdos de Oslo, que supone alrededor de un 35% del presupuesto del gobierno palestino.

Ayalón manifestó que "Israel firmó los Acuerdos de Oslo con la OLP (Organización para la Liberación de Palestina)" por lo que "no tendría absolutamente ninguna obligación hacia un llamado Estado Palestino, especialmente uno creado de forma artificial (...) rompiendo dichos acuerdos".

El viceprimer ministro israelí, Moshe Yalón, también habría sugerido a Netanyahu que de luz verde a la construcción de miles de viviendas en las colonias judías en territorio ocupado, ilegales según la legislación internacional.

El ministro de Defensa, Ehud Barak, y su colega de Inteligencia, Dan Meridor, serían quienes más activamente se oponen a castigar a la ANP, al considerar que las sanciones pueden llevar a su colapso y a un aumento de la violencia.