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Los abogados de Troy Davis presentan un recurso de última hora para evitar su inminente ejecución

  • EE.UU. le condenó a pena de muerte por el asesinato de un policía
  • Siete testigos se han retractado y aseguran que no fue él
  • Las autoridades han rechazado su petición de someterse al polígrafo

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Polémica en Estados Unidos por la ejecución de Troy Davis

Después de dos décadas en el corredor de la muerte y tras librarse en tres ocasiones de la inyección letal, Troy Dovis sabe que su ejecución está prevista para esta tarde y nada apunta a que esta vez vaya a suspenderse, pese a las peticiones de clemencia de Amnistía Internacional, de la Unión Europea y de numerosos grupos de derechos civiles.

En un intento desesperado por demostrar su inocencia, Davis, condenado a la pena de muerte en 1991 por el asesinato a balazos en 1989 de el agente de la policía Mark MacPhail, de la localidad de Savannah, pidió someterse a la prueba del polígrafo, pero las autoridades han rechazado esta posibilidad.

"Troy insiste tanto en su inocencia que está dispuesto a someterse al polígrafo. Creo que es una estrategia un poco arriesgada. Las pruebas de polígrafo no son el tipo de evidencia más sólida", señalaba Laura Moye, portavoz de Amnistía Internacional en EE.UU.

Los abogados de Davis, de 42 años y raza negra, han presentado una apelación de última hora ante el Tribunal Superior del Condado Butts, al sur de Atlanta, para tratar de demostrar que las pruebas balísticas que vincularon a Davis con el homicidio fueron erróneas.

Pero la última esperanza residía Davis la perdió este martes cuando la Junta de Perdones y Libertad Condicional de Georgia le negó clemencia y fijó que su ejecución se llevará a cabo, mediante inyección letal, este miércoles a las 19.00 hora local (01.00 hora peninsular española). Sus abogados han agotado todas las apelaciones ante los tribunales, pero no han conseguido demostrar su inocencia, a pesar de que el caso despierta bastantes dudas.

Siete de los nueve testigos que en el juicio declararon contra Davis, de 42 años y raza negra, se han retractado de sus propias declaraciones. Algunos han afirmado que fueron coaccionados por la policía y otros que el crimen lo cometió otro hombre. Además, la fiscalía no pudo identificar ni el arma ni el móvil del crimen.

Este caso suscitó una campaña internacional para que se revisase la sentencial y en las últimas semanas casi un millón de personas han firmado peticiones de clemencia para Davis.

Tres ejecuciones suspendidas

Entre las personas que enviaron las cartas figuraban el expresidente estadounidense Jimmy Carter, el arzobispo sudafricano Desmond Tutu y 51 congresistas estadounidenses, entre otras personalidades. El viernes pasado, más de 3.000 personas se congregaron en una iglesia baptista de Atlanta para participar en una vigilia y un acto de protesta.

Ha tenido mucho tiempo para demostrar su inocencia y no lo ha conseguido

La viuda de MacPhail, Joan MacPhail-Harris, ha defendido, sin embargo, que Davis "ha tenido mucho tiempo para demostrar su inocencia, y no es inocente".

"Tenemos leyes en este país para que no haya caos. No vamos a matar a Troy porque queramos, van a ejecutarle porque ha sido castigado", ha declarado la viuda al diario The New York Times.

La Junta ya concedió a Davis la suspensión de la condena a muerte en 2007, mientras se preparaba para sus últimas horas, argumentando que antes sus miembros tenían que estar "convencidos de que no hay ninguna duda de la culpabilidad del acusado". Desde entonces, la Junta ha añadido tres nuevos miembros. En 2008, faltaban 90 minutos para que lo ejecutaran cuando el Tribunal Supremo intervino. Sin embargo, luego se negó a analizar su caso.

Durante la semana previa a la última fecha fijada para su ejecución, el XI Tribunal de Circuito de Apelación la suspendió para estudiar los argumentos de su abogado, según el cual había nuevos testimonios que podían demostrar su inocencia. Ese tribunal no dio la razón al abogado, pero concedió más tiempo a Davis para presentar sus argumentos directamente al Supremo, que ordenó, una vez más, a un tribunal federal que examinase los nuevos testimonios.

Testimonios dudosos

Pero el pasado mes de junio, un tribunal federal de distrito de la ciudad de Savannah dijo que la defensa de Davis no había conseguido demostrar su inocencia. Entonces se fijó por última vez una nueva fecha para la ejecución. Madison y Mark, los hijos de 24 y 22 años de Troy Davis, estarán presentes.

No solo han arrebatado el futuro a mi padre, sino a toda la familia

"Me han arrebatado el futuro. No solo a mi padre, sino el futuro que habríamos tenido como familia todos juntos", ha manifestado.

Amnistía Internacional ha pedido a la Junta de Indulto y Libertad Condicional de Georgia que reconsidere su decisión. "Es un duro golpe para los Derechos Humanos en Estados Unidos, donde un hombre que fue 0condenado sobre la base de unas pruebas dudosas va a ser ejecutado por el Estado", ha lamentado su secretaria general, Salil Shetty, en un comunicado.

Según Shetty, la última decisión de la Junta "no concuerda con su decisión de 2007, cuando recomendó que no se llevase a cabo la ejecución si había dudas sobre la culpabilidad del acusado".

"Está claro que el sistema de justicia de Estados Unidos puede cometer errores. Las numerosas dudas persistentes que han surgido en el juicio contra Troy Davis revelan un defecto fundamental en la pena e muerte: es irrevocable y, en Estados Unidos, está marcada por las arbitrariedades, la discriminación y los errores", ha recordado.