El FMI pide a la zona euro que recapitalice su banca porque "el tiempo se agota"
- El Fondo cree que la banca europea ha perdido 200.000 millones de euros
- El FMI subraya que podrían necesitar más de ese dinero para recapitalizarse
- La banca de España, Italia, Bélgica y los rescatados pierden otros 100.000
- Italia, "crucial" para que la crisis de deuda no se extienda a más países
El Fondo Monetario Internacional (FMI) cifra en aproximadamente 200.000 millones de euros el impacto directo que han tenido en los bancos de la Unión Europea (UE) las tensiones en torno a los problemas de la deuda soberana en los países de la zona euro desde que esta crisis estallara a finales de 2009. Para resolver esta situación, el organismo ha pedido a la zona euro que use el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), acordado el pasado 21 de julio por el Eurogrupo.
Además se deben tomar estas medidas ya porque "el tiempo se agota", ha asegurado José Viñals, director de Asuntos Monetarios y Mercados de Capitales del FMI, a TVE. "Cuando los mercados están nerviosos, hay que avanzar lo más rápido posible", ha afirmado el que fue subgobernador del Banco de España, que ha considerado que ahora, en España y en otros países, hay que llevar a cabo "políticas de reducción de déficit público" para garantizar la sostenibilidad y la mejor salud de las cuentas públicas en el medio plazo.
Exposición al riesgo soberano
En la edición de septiembre de su Informe de Estabilidad Financiera Mundial (GFSR por sus siglas en inglés), el FMI aclara que esta estimación no tiene en cuenta las necesidades de capital de los bancos, para lo cual sería necesario llevar a cabo una evaluación completa de los balances y las posiciones de ingresos, sino que busca dar una idea del aumento del riesgo de crédito soberano experimentado por los bancos en los últimos dos años.
De esos 200.000 millones de euros, 60.000 millones provienen de la exposición de la banca a la deuda griega; 20.000 millones a la deuda de Irlanda y Portugal; y 120.000 millones, a la de Bélgica, España e Italia.
La institución advierte de que estos efectos se ven amplificados por la existencia de una red de instituciones financieras "altamente interconectadas y apalancadas". "Cuando se incluyen las exposiciones interbancarias frente a los mismos países, la magnitud del contagio aumenta en aproximadamente la mitad (es decir, otros 100.000 millones)", agrega.
Es por esto por lo que el FMI estima que las pérdidas del sector financiero de los seis países mencionados (Grecia, España, Italia, Irlanda, Portugal y Bélgica) es de otros 100.000 millones. Precisamente uno de estos estados, Italia, es considerado como "vital" para que la crisis de deuda no se contagie aún más.
Los bancos no acceden al crédito
"Aunque estas cifras se basan en evaluaciones del mercado sobre el riesgo de crédito, lo que puede reflejar un cierto grado de desviación, los problemas subyacentes que ponen de relieve son reales", agrega.
En su informe, el Fondo señala que el hecho de que en algunas economías los bancos ya hayan perdido acceso a los mercados de financiación privada eleva el riesgo de un desapalancamiento más pronunciado, de una contracción del crédito y de nuevos obstáculos a la actividad económica, "a menos que se tomen medidas adecuadas para abordar las fuentes del riesgo soberano y para subsanar las consecuencias potenciales para el sistema financiero".
Los problemas no se circunscriben, sin embargo y según el organismo dirigido por Christine Lagarde, a la zona euro, pues según resalta el informe "tanto EE.UU. como Japón tienen que abordar el riesgo soberano mediante estrategias de consolidación fiscal a medio plazo".
Reproche a los políticos
El FMI destaca que acontecimientos como las nuevas turbulencias en los mercados procedentes de la periferia de la zona euro, la rebaja de la calificación crediticia de Estados Unidos por parte de Standard & Poor's y las señales de una desaceleración económica en Europa y en el resto del mundo han sacudido recientemente al sistema financiero mundial.
En concreto, advierte de que en la zona euro las presiones soberanas amenazan con "reactivar un círculo vicioso entre el sistema bancario y la economía real". Para evitar que eso ocurra están los dirigentes, según el organismo. A este respecto, el FMI ha criticado que "las autoridades políticas en estas economías avanzadas aún no hayan logrado un respaldo político amplio para afianzar lo suficientemente la estabilidad macrofinanciera".
"Es por este motivo por el que los mercados han empezado a cuestionar la capacidad de dichas autoridades para tomar las medidas necesarias", asegúra el FMI.
El Fondo valora los acuerdos de la cumbre de la Eurozona de julio pasado y los anuncios del Banco Central Europeo como pasos hacia "el fortalecimiento" de la gestión ante la crisis de la deuda. Sin embargo, subraya que es "de vital importancia garantizar que estas medidas se pongan en práctica sin demora" y "considerar medidas adicionales".