Enlaces accesibilidad

La OTAN confía en terminar su misión en Libia dentro del nuevo plazo de tres meses

  • "Tengo mucha confianza", ha asegurado el comandante de la misión, Charles Bouchard
  • Asegura que las fuerzas de Gadafi aún amenazan a la población civil 
  • La OTAN flexibilizará el embargo aéreo y marítimo 

Por
Vista de una columna de humo tras un ataque aéreo de fuerzas de la OTAN sobre Sirte
Vista de una columna de humo tras un ataque aéreo de fuerzas de la OTAN sobre Sirte.

El comandante de la operación de la OTAN en Libia, teniente general Charles Bouchard, ha declarado este jueves que espera que la intervención termine en el plazo de 90 días.

"Estoy muy confiado de que podemos completar esta misión mucho antes  del límite proporcionado por la OTAN", ha explicado en rueda de prensa  por videoconferencia desde el cuartel general de la operación en  Nápoles. "Sólo es cuestión de tiempo hasta que esto se resuelva", ha  precisado. "No nos quedaremos ni un día más del necesario", ha  insistido.

La OTAN acordó este miércoles extender el mandato para su participación en la guerra de Libia, que expiraba el 27 de septiembre, durante otros tres meses. Es la segunda extensión de la misión, de la que la Alianza se hizo cargo a partir del 31 de marzo.

El comandante ha confirmado que las fuerzas rebeldes han logrado hacerse con el control de las localidades de Jufra, Hun y Sabha y ha precisado que los últimos bastiones que le quedan al régimen de Gadafi son las localidades de Sirte, Bani Walid y la localidad de Al Fuqaha, al sur de Waddan.

Bouchard ha reconocido que las fuerzas del régimen de Gadafi todavía disponen de armamento pesado en estas localidades y ha admitido que el aguante de los leales al coronel "dependerá mucho de las fuerzas del Consejo Nacional de Transición" y también de la voluntad de las fuerzas del régimen de continuar.

Paradero de Gadafi

"No sabemos donde está Gadafi, lo que sabemos es que sigue dando mensajes y órdenes a sus tropas para que continúen" en la lucha, ha precisado el comandante, que ha recordado que parte del objetivo de la misión es contribuir a "romper su voluntad de seguir luchando" y si optan por no deponer las armas los aliados, ha advertido, tomarán "todas las medidas para poner fin a esto". 

"Las fuerzas del régimen todavía son peligrosas, se siguen dando órdenes y la violencia contra la población civil continúa", ha explicado el comandante, que ha cifrado en unas 2.000 las personas que están bajo la amenaza directa del régimen y ha denunciado el reciente intercambio de 25 familias "por agua y alimentos" hace varios días en Sirte, cuya población siguen siendo utilizada "como escudos humanos" y "rehenes". "No para la población sino para apoyar a las fuerzas del régimen", ha denunciado.

Flexibilización del embargo

La resolución 2009 que autoriza la prórroga de la misión "levanta la prohibición para los aviones registrados, propiedad de y operados por el CNT". "La OTAN continúa gestionando el espacio aéreo de los alrededores y sobre Libia", ha precisado Bouchard. 

El embargo naval también se ha "relajado" para permitir la entrada de "ciertas categorías de armas y material relacionado de todo tipo, incluido asistencia técnica, entrenamiento, financiero y otro tipo de asistencia" y ha precisado que la carga de barcos autorizados por un país aliado no será sometida a inspecciones ulteriores. "Confiamos en nuestros socios de la OTAN", ha justificado. 

La portavoz aliada, Carmen Romero, ha dejado claro sin embargo que la OTAN no suministrará armas a las nuevas autoridades libias.

La OTAN ha detectado contrabando de armas fuera del país, además de la salida de tropas gadafistas hacia países vecinos como Níger pero ha dejado claro que estas fuerzas "han optado por abandonar el país" y dado que "se alejan de la población ya no plantean un riesgo o daño para la población".